Bienvenido a bordo, encantado de saludarte :)
Soy un texto molón y estoy donde menos te lo imaginas, esperando a ser leído, deseando sacarte una sonrisa. Ojalá te guste. Ojalá hasta te rías. Ojalá te encante tanto que me compartas en redes, fui creado única y exclusivamente con ese propósito. No sirvo de mucho, probablemente esté diciendo algo banal con muchas más palabras de las necesarias, como por ejemplo indicarte dónde está el baño o que por favor uses la papelera, pero así soy yo, majete, simplón, alegre, fres-qui-to.
Tal vez me recuerdes por aparecer en lugares tan sorprendentes como el envoltorio de una compresa, bajo la tapa de un yogur o en bolsas de plástico listas para ser recicladas. Somos multiformato, only the sky's the limit! Nacimos casi a la par que Mr. Wonderful y no pensamos irnos a ningún lado, nos gusta estar aquí, contigo, queremos que sientas cada letrita como un cálido abrazo en una fría tarde de enero.
Somos textos un poco pretenciosos, no te voy a engañar. Nos gusta ser vistos y leídos, lo de informarte es secundario, preferimos dejarte con una sonrisa. Da igual que estés parado y muerto de asco en un tren entre Guadalajara y Cuenca, no te preocupes que ahí voy a estar yo para decirte cosas como que “vamos a la velocidad de la luz” o que si “pestañeas te pierdes el paisaje”. ¿No es genial?
Como habrás podido comprobar, nos da igual el qué y el dónde, aquí sólo importa una cosa: el cómo. Digas lo que digas la cuestión es decirlo ✨con chispa✨. Te pondré un ejemplo, imagina que te toca escribir frases graciosas para la trasera de un pack de pienso para perros pequeños, algo poco friendly a priori ¿no? Pues ¡já!, te equivocas. Donde tú ves unas croquetas deshidratadas, yo veo un mundo de posibilidades: ¿quién querría decir perro pudiendo decir perrete? ¿por qué no utilizar GUAU en lugar de UAU para expresar asombro?, ¿ves por dónde voy? Pues así pienso seguir, no seré yo el encargado de poner puertas a la felicidad de nuestro querido lector.
Eso es lo único que queremos: hacerte feliz, o por lo menos, intentarlo. No es capricho nuestro, eso te lo aseguro: nosotros somos unos mandados. Los de marketing —siempre son ellos— han dicho que ahora toca ser desenfadado, más ligero, que la vida ya es muy seria y muy aburrida. Se ve que se trata de conectar, sí, sí, conectar emocionalmente aunque el producto sea regulero, y así se puede camuflar un poco. Manda narices, nosotros aguantando el peso de un mal resultado, y los de I+D tan panchos, basta ya de delegar todo en nosotros, que lo de hablar así un rato vale, pero ¿en todas partes? Se nos está empezando a ver el plumero.
Se nos ve el plumero sí, porque lo que no tiene sentido es que el mundo se esté cayendo a trozos y que nosotros sigamos lanzando mensajes e indicaciones infantiles y hasta ridículas. Pero uy, uy, espera, que me estoy yendo de tono, yo no soy así, perdón, no me hagas ser así. Nosotros vamos a seguir estando aquí, acompañando tus paseos por el súper, dinamizando tus visitas al baño sin teléfono, adornando instrucciones, consejos de consumo y todo lo que se te ocurra, porque entre dos productos malos, probablemente elegirás aquel con el que más conectes, y ahí los de marketing tienen razón.
