Lo triste es ya no estar triste por ti
Te levantas medio de resaca como tantos domingos. No es ni muy tarde ni muy pronto. Sopesas si estás a tiempo de darte una ducha, bajar a desayunar y aprovechar algo de esta mañana de sol. Pero eres más perro que en tus expectativas de primavera, y apuras un poco en la cama, solo un poquito más, leyendo los whatsapps que mandaste de madrugada, borracho, borracho y seguramente cachondo.