Queridísima Mina: ¿De qué sirve tanta conmoción?

Aristóteles decía que las tragedias conmovían al público a través de la compasión y el temor.

Queridísima Mina:

Coge un mapa. Es urgente. Necesito contarte una cosa, aunque sea demasiado tarde. 

Verás: si pongo un punto donde me encuentro y recorro con el dedo hasta la costa —mi costa—, la yema se posa sobre una orilla del Mediterráneo. 

Haz lo mismo con tu dedo. Mira dónde estás y sigue la línea hasta donde empieza a extenderse el mar. 

El siguiente paso es más sencillo. Es una línea más larga: el índice pasa por encima de Mallorca, Cerdeña, Sicilia y Heraclión. Por la belleza y fortuna de esas islas, he escuchado a muchos ensalzar lo que llaman el "Mediterráneo moral", una especie de superioridad estética y cultural de la que se sienten herederos. 

Pienso en esa herencia y en que Aristóteles decía que las tragedias conmovían al público a través de la compasión y el temor.

Si continúo la línea recta, la yema de mi dedo arriba hasta la otra orilla. He atravesado el mar —nuestro mar— y toco Gaza. 

En la televisión, retransmiten sus últimas horas. Andriy las ha visto y dice que parecen el fin del mundo. Más de 60.000 muertos. Un genocidio. 

En la derecha de la imagen, se ven las olas romper en una playa. Es el mar, nuestro mar. El solo pensamiento de que dejemos pasar esto es insoportable. No se me ocurre nada más trágico e inmoral.

¿De qué sirve tanta tristeza, conmoción y miedo si no hacemos nada para pararlo?

Te quiere siempre, 

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En la televisión, retransmiten sus últimas horas. Andriy las ha visto y dice que parecen el fin del mundo. Más de 60.000 muertos. Un genocidio. 

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