El otro día, de charleta con unos amigos, terminamos hablando del Antonio Ni pallá ni p'aca (Antonio Marqués Martín) y la Auxi Pim Pam Pum (María Auxiliadora Pérez Zambrano), pero no consigo poner en pie a cuento de qué salieron en la conversación.
Los dos fueron a mi instituto. Lo típico, no éramos amigos, pero si nos vemos por la calle sabemos quiénes somos. Con Auxi no llegué a terciar palabra, con Antonio sí que compartí un año clase. Fue justo el curso antes de que empezara su módulo de técnico industrial, cosa que le costó, porque nunca había sido mucho de hincar codos.
Al final le salió bien la jugada, porque ahora curra en una nave en Dos Hermanas y, por lo visto, está buscando casa para irse a vivir con la novia. Eso es algo que ya no podrá hacer su colega el Manolito Tarantela (Francisco Lorenzo González). La verdad que eran uña y carne, se conocían desde el parvulario. Cuando se juntaban, el Antonio se partía el culo con las cosas de Manolito, que era más basto que un arado.
Manolito iba más rápido, eso sí. Tuvo una cría bastante joven (aún más de lo que ya era) con una chavala de otro instituto, y desde entonces creo que perdió relación con Antonio. El pobre Tarantela se murió un día en la fábrica al caerse desde diferentes alturas, tuvo que ser un palo gordo para Antonio.
Mejor suerte corre el Marcos Legendario (Marcos Vila Álvarez). Valiente prenda, ese no llegó ni a sacarse la ESO. El tío se pavoneaba por el patio como si fuera a heredarlo. Sería esa chulería la que hizo que se fuera a Dubai, a probar suerte. Ahora tiene el Instagram petado con fotos suyas conduciendo coches de lujo y vídeos de mentoría empresarial. Lo que es la vida. Dejo el instituto en tercero de la ESO, repitió todas las veces que le permitió la legislación de la Junta de Andalucía y ahora da consejos para montar negocios de criptomonedas.
Pero, aparte de Marcos, los de aquel grupo eran buenos chavales. El más gracioso era el Ramonse (Jose Ramón Tejero Álvarez), que vivía en Alcalá pero toda su familia era de Coripe. Como persona un diez, pero el tipo no podía ser más borrico. Una vez fue a renovarse el DNI y no se le ocurre otra cosa que presentarse con una foto de cuerpo entero. Lo último que me dijeron fue que estuvo un año y medio viviendo en Zaragoza, instalando placas solares.
Creo que fue a raíz de él que esta gente empezó a juntase con las Pim Pam Pum. Eran cinco (o seis, depende de la época). Estaba María Pim Pam Pum, Cristina Pim Pam Pum, Natalia Pim Pam Pum, la otra María Pim Pam Pum y Auxi Pim Pam Pum. La que iba y venía era Raquel Portillo. Esa chavala era un pan sin sal y se veía que tampoco le caía muy bien a sus amigas. Después de acabar Trabajo Social la tía se sacó unas oposiciones para el Ayuntamiento y ahora se la ve feliz.
Natalia Pim Pam Pum (Natalia Benítez Córdoba) fue una de las que estuvo con mi colega el Álvaro Sabroso (Álvaro Gandullo Romero), y fue quien le desvirgó. En un alarde de romanticismo, se fue con ella a los merenderos del polideportivo por la noche a darse el homenaje. Cosas de la vida, alguna vez que bajo a Alcalá le veo corriendo junto a los bancos del polideportivo donde se hizo un hombre, preparándose las pruebas para la Policía. Ahora acumula siete rupturas y va a CrossFit. Mejor por Natalia, era buena niña.
Pero de ese grupo la que mejor se lo montó fue Auxi, y eso que estuvo un par de años colgando del Jota Bass (Juan Antonio Rosales Martínez). No he hablado con ella más de un 'hola y adiós', pero aún recuerdo pensar que debería hacerlo los martes y los jueves -los días que los del B tenían educación física- cuando le miraba el culo en el recreo.
Auxi siempre había sido más bien tímida, pero cuando se fue de Erasmus vaya cambio pegó. Dejó al carajote ese, que tenía engañado a medio pueblo, y estuvo un par de años viviendo por Europa. El otro día la vi tomando algo con la Ana Manzana (Ana Belén García Doblas). Coincidieron en bachillerato, pero se ve que, pese a todo, siguen manteniendo el contacto. Más incluso que con las Pim Pam Pum, que cada una tiene su historia.
Aunque ahora es bailarina profesional en Madrid, Ana Manzana tuvo su época cani, e incluso llegó a salir con el Joselito Taleguero (José Manuel López Meneses). Ese sí que ha acabado mal. Me contó un colega que no se le ocurre otra cosa que hacer un par de portes desde Algeciras a Madrid y, por si hubiera alguna duda de que trafica con droga, va y se compra un pedazo de BMW de segunda mano. En el tercer viaje le pilló la Policía y, hasta donde yo sé, el tío sigue en el trullo.
Ya me acuerdo a qué venía todo esto. Estuvimos comentando que Joselito Taleguero, que siempre prefirió que le llamaran José Manuel, cayó en la clase de Auxi y Antonio un año que repitió. Un día el Joselito se puso a fantasmear y decir que se había liado con Auxi que, al enterarse, no sé qué le dijo pero se puso colorao' y no volvió a dirigirle la palabra jamás. Siempre que nos juntamos recordamos la cara que se le quedó. Han sido las tres cosas que más han perseguido a José Manuel: el rechazo de Auxi, la Policía y su nombre de Tuenti.