Me gusta algo que oí (o vi en Tik Tok) hace poco de que la vida es el día a día. Algo así como que la vida empieza al despertarse y termina al cerrar los ojos al dormir. Desde que escuché eso intento ser más animosa cada día, ¿parece estúpido? no me importa, por algo existen las religiones y demás recetas para vivir, que me perdone Dios, y resultan bastante útiles. Soy una chica convencional con un nombre convencional. Así se siente todo: convencional, común. En este momento, en el que nos expresamos sin descanso en muchísimos formatos y plataformas, me causa un extraño erotismo la gente que vive ajena a eso, en una vanguardia que (aún) no entendemos los demás.
Lo digo porque he acabado haciendo scroll infinito en la cuenta de un chico modernísimo, catalán (o eso parecía en sus textos), artista (pintor), con un gusto exquisito por lo feo y una pareja perfecta (y no precisamente fea). Rectifico, la novia tiene una cara convencional, un gusto exquisito y un nombre de cuento, lo que te da muchas papeletas para tener un piso bonito, oportunidades y un novio catalán, guapo, anticapitalista (rico), y con una cuenta de Tik Tok completamente ecléctica (puaj detesto esta palabra) y muy autista (amo esta, sin embargo).
El caso es: llevo a cabo una pequeña investigación: quién es este chico, quién es ella, cómo son tan divinos yendo juntos en bicicleta con sus chaquetas de cuero envejecidas, sus ojeras, sus cabellos enmarañados. Es tan sensual de pronto ese silencio digital, no puedo conocer nada de ellos, los odio, y al mismo tiempo los araño con envidia. Les encuentro en Instagram, él: fotos de sus cuadros (que están bien, me gustan, son como estar en el baño de una discoteca de techno), ella: tres fotos en las que apenas se la percibe, es estilosa, tiene el pelo largo, parece que hace años que no duerme. Tiene un aire a la novia de mi exnovio. Parece que ella tampoco dice una palabra indebida.
Qué extraña sensación esta del anonimato. De alguna forma les siento más libres. Como a Tere, que me llama cada vez que quiere verme porque tiene un teléfono de teclas. ¿Serán así de interesantes como es Tere? ¿Será solo una pose? Puede ser solo una pose, nadie es tan guay como Tere.
Rédito final: el misterio es sensual, correcto. El silencio digital es una tentación que pensamos que nos vestirá de misterio. De sensualidad. ¿Lo hará realmente? Nunca lo sabré, soy demasiado parlanchina, malhumorada y bélica como para saberlo en algún momento.
Buenas noches. Tal vez lea ahora, tal vez vea mi serie. Me pica un ojo.
