Ahora. Ahora ya sí es verano. Lo anterior era un simulacro. Este solsticio, la venida de la noche de San Juan, lo telúrico, lo festivo…suponemos que son las razones mágicas por las que parte del hilo conductor de los discos de esta semana son los giros de guion y la exploración de nuevos caminos. A favor.

1. MVP: Sucede que a veces nos cuesta bastante perdonar un cambio vital en un artista que supone, también, un cambio en su manera de escribir canciones. Pero aquí no podemos evitar empatizar con las alegrías ajenas. Este cuarto disco ya de Loyle Carner, una página más en su autobiografía, desprende esperanza desde su título. Si sabes la historia completa no puedes hacer otra cosa que emocionarte al escuchar cómo, si sacó belleza del dolor, ahora puede sacarla de cosas mejores. ¿La razón? Su hijo. Su marca sigue siendo la misma, el rap con base elegante del sur de Londres, con una voz grave y elementos de R’n’B y jazz, canciones perfectas para ver llover.
2. Ojalá no me hubiera gustado este disco nuevo de las HAIM y me doliera menos habérmelas perdido tanto en el Primavera Sound de Barcelona como en el de Porto. Ojalá…pero no. Pop, guitarras noventeras, la voz familiar, alguna cosita de producción en la que se nota la mano de Rostam Batmanglij. Un buen puñado de canciones (15, en 2025, es hasta exuberante) para exprimir durante todo el verano y nada, por las decisiones de los solapes, a buscar dónde verlas y quedarnos afónicas.
3. El disco de Hotline TNT resuelve, en parte, una duda que teníamos: ahora que el postpunk empieza a diluirse, que el shoegaze ya no copa nuestras listas…¿qué pasa con las bandas que llevaban estas etiquetas como estandarte? La respuesta, queridas, es el pop. La rabia se transforma en melodía optimista. El jangle aparece y sube un tono de calidez. Estamos en el mismo caso que con Loyle Carner: no vendrá de nuestra parte un desprecio a la alegría, bienvenida sea.
4. ¿Habrá una banda más impredecible que Tropical Fuck Storm? Claro, con la etiquetita de “experimental” detrás de todo lo que hacen, te puedes esperar casi cualquier cosa de cada uno de sus discos. Aquí siguen haciendo punk, pero en cada recodo te descubren una personalidad nueva sin dejar de ser interesantes. Quizá suenen más a tormenta que nunca, más desérticos que tropicales esta vez.
5. Nada, nada, un lunes cuenta como menos lunes cuando le metes las líneas de bajo de Castlebeat y ese dreampop te lleva involuntariamente a la costa californiana. Una fórmula tan simple como efectiva, la verdad. Cuando hemos intentado ponernos sólo una canción y pasar a otra cosa hemos tenido que volver para mantener arriba el mood veraniego.
6. De la misma costa, pero con un beat distinto, Coma Cinema entregan la segunda parte de un tríptico de dreampop balsámico que sirve como banda sonora perfecta para una tarde de ventilador, hamaca y guitarra acústica.
7. La cosa, ya habéis visto, va esta semana de giros de guion. También mentales de la que escribe. Hace dos semanas le comentaba a un amigo que jamás pisaría un concierto de Yungblud. Tras este disco, la verdad, no entiendo a la Mj que dijo eso, lo más probable es que con ese nombre artístico le haya confundido con a saber quién. Total que me he enganchado a este sadrock británico (tan británico que se ha agenciado a la Filarmónica de Londres porque why not), hecho para genZ.
8. Si, como a mí, los últimos discos de Kings of Leon te robaron el corazón más que los primeros (y, como yo, andas con el corazón roto porque te los hayan cambiado por Muse) te traigo una banda que sigue esa misma senda, en la que transforman la americana más canónica con ramificaciones más luminosas. Mo Lowda & The Humble tienen ese don de darte ganas de conducir sin parar durante kilómetros y kilómetros.
9. Será para que no nos enfademos con un “EP” que Florence Road han publicado 5 canciones a modo de “mixtape”. La sensación es la misma: semienfado porque se nos ha hecho corto, indie irlandés de guitarras. Y bien de guitarras. Y bien de rabia. Y juventud. Quedaos con el nombre, han llegado para quedarse.
10. Estamos muy contentas porque seguimos encontrando, semana a semana, trazas de triphop en discos muy molones. El cuarto de Negga Gemmy, una buena macedonia musical, trae triphop como trae drum’n’bass y otras cositas del baile noventero que nos tienen absolutamente en bucle con todas y cada una de las canciones.
11. ¡Una banda de chicas! Son los sintes y el bajo como armas y mucha, muchísima actitud, Girl Group se arremangan para ponerse en contra de, efectivamente, usar “banda de chicas” como etiqueta. Por favor, 2025, ya está bien esto. Electropop protesta, eso hacen. Y si no te fías de mí, fíate de Olivia Dean (the next best thing) que las lleva de teloneras en su gira actual.
12. Nos vamos, en lugar de bailando, gritando. Ay, el posthardcore, qué de alegrías nos da. Pocas cosas mejores que una buena sarta de berridos un lunes, eh ¿? Skinhead y su portadón saben como llevar la rabia a la zona más melódica y atronarte con su screamo de vuelta. Si te gustan Viva Belgrado, si te gustan Touché Amoré: de nada.
No te olvides esta noche de escribir lo malo en un papelito y pedir un deseo en otro y quemarlos en la hoguera de San Juan que te pille más cerca. Cuídate. Cuida de la Sanidad Pública.