La Turra: No soy tan de formas, soy más de contenidos

12. El disco del que más se ha hablado esta semana es, sin duda, el de Lily Allen. Una nunca fue demasiado fan pero, la verdad, este storytelling LITERAL de toda su ruptura con su exmarido

Nos ha tocado una semana musicalmente bastante interesante, con muchos MUCHOS discos a los que echar un vistazo. ¿La culpa? Lanzamientos nacionales, mujeres chulísimas y Justin Vernon escondido en más de un disco. Así da gusto, quedarnos sin espacio en el folio, nuestra pasión.

1. MVP: Siempre que escucho a Depresión Sonora me muevo en la dicotomía de no ser el público generacional al que va dirigido pero rascar algo que me mueve por dentro igual. Aprecio la suerte que tiene la juventud de encontrar en las letras de Marcos Crespo alivio para sus males. Dejadme compartir algo de esto, aunque no sea mi turno. De su primer disco a este segundo parece haber pasado mucho tiempo (singles, Eps, colaboraciones…), pero en realidad sólo han pasado tres años. Cogiendo su mismo hilo conductor, parecen haber más pasado más de 20 si los pasamos a años perrunos. Del lo-fi extremo de sus inicios se ha perdido algo de lo (que aparece, eso sí, multiplicado por 1000 en el último tema), pero la marca personal de su sonido sigue siendo absolutamente reconocible. Aparece ahora, eso sí, un tinte más pop, un conjunto más soleado. No por las letras, tranquilas, el abismo sigue entreviéndose en cada verso, pero hay un haz de luz que lo impregna todo de vez en cuando. He tenido que hacer un verdadero esfuerzo para no quedarme todos estos días en bucle en este “Los Perros no Entienden Internet (Y Yo no Entiendo de Sentimientos…)”, te deseo mucha suerte intentando escapar de este fomo musical de ver la vida a través de los ojos de tu perro, sin más preocupación que salir a pasear, vacaciones para siempre.

2. Vamos con otro segundo disco: si no fuera por el terrible bucle al que nos ha llevado Depresión Sonora, Chini.png se hubiera llevado el MVP igual que pasó con su disco debut. Hay mucha vida en la corriente alternativa chilena y su visión del postpunk y el shoegaze merecería un día entero de conversación. Chini es uno de los máximos estandartes ahora mismo, con una visión novedosa de todas esas etiquetas y una manera de escribir e interpretar que te amarra a sus canciones sin remedio. Un repaso a su infancia transformando en digital todos sus recuerdos analógicos.

3. Llevo unas semanas frenéticas, en esta por fin he encontrado un poco de calma y me han venido a tirar a la cabeza el disco perfecto para parar y observar. Matsu hablan de un “equilibrio inestable” en este tercer disco (ya sabéis, el mejor) y el concepto nos ha calado. Vienen desde Granada pero esa electrónica ambient bien podría salir de las curvas de una carretera islandesa. En el sello detrás del proyecto se esconden los nombres que conforman I am Dive, lo que te dará pistas de la factura preciosista de cada canción. No sé cómo vendértelos mejor, ojalá llueva mientras los escuchas.

4. Me da bastante rabia que sé de gente que no se para a escuchar a Bum Motion Club por el nombre que se ha elegido para la banda. ¿Sabes lo que te pierdes por esos prejuicios absurdos? Una de las mejores bandas de shoegaze patrio, pam, ahí lo tienes. ¿Quieres guitarras densas? ¿Quieres, incluso, una collab con Isa Cea (<3) o Repion (<3)? Pues ya sabes. Está todo aquí dentro.

5. No, no vamos a parar en la búsqueda de la reina del pop. Tenemos ya muchas muchas candidatas y no podemos quedarnos con una sola. Esta semana vuelv una de nuestras noruegas favoritas: Sigrid. Qué disco más disfrutón, por favor. Pop de guitarra y sintes, canciones que suenan a viernes, a roadtrip, a un tomar algo en día de diario porque sí.

6. Por razones obvias, en este repaso siempre tendremos sitio para escuchar lo que las mujeres de más de 40 años tienen que decir. Brandi Carlile tiene mucho que decir aun y lo demuestra en este discazo en el que une folk y americana y se desnuda líricamente. Si esperabas de Taylor Swift que volviera a su era de Folklore y Evermore, este es tu disco. Por algo hay un Dessner detrás de la producción.

7. Y, ¿por qué?-te preguntarás-¿por qué metemos un disco de RnB como el de Daniel Caesar detrás de uno de altcountry? Primero porque son dos géneros que se tocan más de lo que parece, segundo porque comparten en más de una canción a un productor: Justin Vernon. En el año en el que el lofi en el RnB nos ha dado un puñado de discos favoritos, viene Daniel a ponerlo todo patas arriba y darnos un sonido cristalino para un disco confesional, también, sobre el crecimiento personal. Deslúmbrate con cada tema.

8. Tirando del hilo del RnB de producción fina finísima, venimos a intentar resolver un misterio. La vuelta de un desaparecido. Miguel iba a ser the next best thing y puf! no volvimos a saber de él. Hasta esta semana, OCHO años después. Lejos también del lofi, con más psicodelia e incluso guiños al triphop, este regreso es a lo que aspira más de un llenaestadios y no consigue alcanzar (un saludo a The Weeknd, si nos lee).

9. Seguimos con las producciones extraordinarias de la mano de Hannah Jadagu, que consigue poner el acento del jangle y del dreampop en el pop por el camino de la exploración, personal y de sonido. Nos ha costado quedarnos sólo con una canción, cada una parece un universo, pero esta, que cierra el disco, nos la guardamos en la lista de favs del año.

10. Miramos de cuando en cuando a Italia y siempre encontramos algo interesante. Hay bastante spoken word en la música italiana contemporánea y, si quieres aprender algo del idioma, funciona mejor que el duolingo. Total que esta semana nos hemos cruzado con Charlie Charles y su disco lleno de colaboraciones en el que el DJ y productor saca todas sus armas, incluído portadón y nos deja con ganas de más.

11. Nos hemos dejado alguna cosa atrás las últimas semanas y tenemos que rescatar, primero, a Elias Rønnenfelt. Quizá te suene el nombre porque es el frontman de Iceage y hay bastante de lo mejor de la banda en este experimento punk, electrónico y con guiños a casi cada etiqueta que se te ocurra, del country al triphop. Y todo lo sale bien.

12. El disco del que más se ha hablado esta semana es, sin duda, el de Lily Allen. Una nunca fue demasiado fan pero, la verdad, este storytelling LITERAL de toda su ruptura con su exmarido me ha convencido en todos los aspectos que importan siempre: fondo y forma. ¿La forma? La de canciones pop refrescantes, redonditas, fáciles de escuchar, contagiosas, no te das ni cuenta y estás cantándolas una y otra vez. ¿El fondo? Pfff, inabarcable explicar aquí cada referencia hacia David Harbour. Una venganza perfecta en todos y cada uno de sus matices.

13. Nos vamos, bailando. Pero no ya el neobakalao al que nos tenían acostumbradas VVV [Trippin’you]. No. Nos enseñan en este último disco que se puede (y se debe) bailar de tristeza alguna vez. Juegan con multitud de capas (dub, drumandbass, techno) y el disco funciona como una señal de una radio postapocalíptica, un viaje sonoro en espacio y tiempo.

Muchísimas cosas más se esconden en la playlist: la belleza de Alice Phoebe Lou, el regreso más que decente de The Lemonheads, las letras de Pálida Tez, el universo femenino de Mon Laferte, la guitarra de Nick Mulvey, los EPs de Cautious Clay y Bartess Strange…y mil cosas más que se nos escaparán pero vendréis a contarme (gracias).

Cuídate. Cuida de la Sanidad Pública. 

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12. El disco del que más se ha hablado esta semana es, sin duda, el de Lily Allen. Una nunca fue demasiado fan pero, la verdad, este storytelling LITERAL de toda su ruptura con su exmarido

Nos ha tocado una semana musicalmente bastante interesante, con muchos MUCHOS discos a los que echar un vistazo. ¿La culpa? Lanzamientos nacionales, mujeres chulísimas y Justin Vernon escondido en más de un disco. Así da gusto, quedarnos sin espacio en el folio, nuestra pasión.

1. MVP: Siempre que escucho a Depresión Sonora me muevo en la dicotomía de no ser el público generacional al que va dirigido pero rascar algo que me mueve por dentro igual. Aprecio la suerte que tiene la juventud de encontrar en las letras de Marcos Crespo alivio para sus males. Dejadme compartir algo de esto, aunque no sea mi turno. De su primer disco a este segundo parece haber pasado mucho tiempo (singles, Eps, colaboraciones…), pero en realidad sólo han pasado tres años. Cogiendo su mismo hilo conductor, parecen haber más pasado más de 20 si los pasamos a años perrunos. Del lo-fi extremo de sus inicios se ha perdido algo de lo (que aparece, eso sí, multiplicado por 1000 en el último tema), pero la marca personal de su sonido sigue siendo absolutamente reconocible. Aparece ahora, eso sí, un tinte más pop, un conjunto más soleado. No por las letras, tranquilas, el abismo sigue entreviéndose en cada verso, pero hay un haz de luz que lo impregna todo de vez en cuando. He tenido que hacer un verdadero esfuerzo para no quedarme todos estos días en bucle en este “Los Perros no Entienden Internet (Y Yo no Entiendo de Sentimientos…)”, te deseo mucha suerte intentando escapar de este fomo musical de ver la vida a través de los ojos de tu perro, sin más preocupación que salir a pasear, vacaciones para siempre.

2. Vamos con otro segundo disco: si no fuera por el terrible bucle al que nos ha llevado Depresión Sonora, Chini.png se hubiera llevado el MVP igual que pasó con su disco debut. Hay mucha vida en la corriente alternativa chilena y su visión del postpunk y el shoegaze merecería un día entero de conversación. Chini es uno de los máximos estandartes ahora mismo, con una visión novedosa de todas esas etiquetas y una manera de escribir e interpretar que te amarra a sus canciones sin remedio. Un repaso a su infancia transformando en digital todos sus recuerdos analógicos.

3. Llevo unas semanas frenéticas, en esta por fin he encontrado un poco de calma y me han venido a tirar a la cabeza el disco perfecto para parar y observar. Matsu hablan de un “equilibrio inestable” en este tercer disco (ya sabéis, el mejor) y el concepto nos ha calado. Vienen desde Granada pero esa electrónica ambient bien podría salir de las curvas de una carretera islandesa. En el sello detrás del proyecto se esconden los nombres que conforman I am Dive, lo que te dará pistas de la factura preciosista de cada canción. No sé cómo vendértelos mejor, ojalá llueva mientras los escuchas.

4. Me da bastante rabia que sé de gente que no se para a escuchar a Bum Motion Club por el nombre que se ha elegido para la banda. ¿Sabes lo que te pierdes por esos prejuicios absurdos? Una de las mejores bandas de shoegaze patrio, pam, ahí lo tienes. ¿Quieres guitarras densas? ¿Quieres, incluso, una collab con Isa Cea (<3) o Repion (<3)? Pues ya sabes. Está todo aquí dentro.

5. No, no vamos a parar en la búsqueda de la reina del pop. Tenemos ya muchas muchas candidatas y no podemos quedarnos con una sola. Esta semana vuelv una de nuestras noruegas favoritas: Sigrid. Qué disco más disfrutón, por favor. Pop de guitarra y sintes, canciones que suenan a viernes, a roadtrip, a un tomar algo en día de diario porque sí.

6. Por razones obvias, en este repaso siempre tendremos sitio para escuchar lo que las mujeres de más de 40 años tienen que decir. Brandi Carlile tiene mucho que decir aun y lo demuestra en este discazo en el que une folk y americana y se desnuda líricamente. Si esperabas de Taylor Swift que volviera a su era de Folklore y Evermore, este es tu disco. Por algo hay un Dessner detrás de la producción.

7. Y, ¿por qué?-te preguntarás-¿por qué metemos un disco de RnB como el de Daniel Caesar detrás de uno de altcountry? Primero porque son dos géneros que se tocan más de lo que parece, segundo porque comparten en más de una canción a un productor: Justin Vernon. En el año en el que el lofi en el RnB nos ha dado un puñado de discos favoritos, viene Daniel a ponerlo todo patas arriba y darnos un sonido cristalino para un disco confesional, también, sobre el crecimiento personal. Deslúmbrate con cada tema.

8. Tirando del hilo del RnB de producción fina finísima, venimos a intentar resolver un misterio. La vuelta de un desaparecido. Miguel iba a ser the next best thing y puf! no volvimos a saber de él. Hasta esta semana, OCHO años después. Lejos también del lofi, con más psicodelia e incluso guiños al triphop, este regreso es a lo que aspira más de un llenaestadios y no consigue alcanzar (un saludo a The Weeknd, si nos lee).

9. Seguimos con las producciones extraordinarias de la mano de Hannah Jadagu, que consigue poner el acento del jangle y del dreampop en el pop por el camino de la exploración, personal y de sonido. Nos ha costado quedarnos sólo con una canción, cada una parece un universo, pero esta, que cierra el disco, nos la guardamos en la lista de favs del año.

10. Miramos de cuando en cuando a Italia y siempre encontramos algo interesante. Hay bastante spoken word en la música italiana contemporánea y, si quieres aprender algo del idioma, funciona mejor que el duolingo. Total que esta semana nos hemos cruzado con Charlie Charles y su disco lleno de colaboraciones en el que el DJ y productor saca todas sus armas, incluído portadón y nos deja con ganas de más.

11. Nos hemos dejado alguna cosa atrás las últimas semanas y tenemos que rescatar, primero, a Elias Rønnenfelt. Quizá te suene el nombre porque es el frontman de Iceage y hay bastante de lo mejor de la banda en este experimento punk, electrónico y con guiños a casi cada etiqueta que se te ocurra, del country al triphop. Y todo lo sale bien.

12. El disco del que más se ha hablado esta semana es, sin duda, el de Lily Allen. Una nunca fue demasiado fan pero, la verdad, este storytelling LITERAL de toda su ruptura con su exmarido me ha convencido en todos los aspectos que importan siempre: fondo y forma. ¿La forma? La de canciones pop refrescantes, redonditas, fáciles de escuchar, contagiosas, no te das ni cuenta y estás cantándolas una y otra vez. ¿El fondo? Pfff, inabarcable explicar aquí cada referencia hacia David Harbour. Una venganza perfecta en todos y cada uno de sus matices.

13. Nos vamos, bailando. Pero no ya el neobakalao al que nos tenían acostumbradas VVV [Trippin’you]. No. Nos enseñan en este último disco que se puede (y se debe) bailar de tristeza alguna vez. Juegan con multitud de capas (dub, drumandbass, techno) y el disco funciona como una señal de una radio postapocalíptica, un viaje sonoro en espacio y tiempo.

Muchísimas cosas más se esconden en la playlist: la belleza de Alice Phoebe Lou, el regreso más que decente de The Lemonheads, las letras de Pálida Tez, el universo femenino de Mon Laferte, la guitarra de Nick Mulvey, los EPs de Cautious Clay y Bartess Strange…y mil cosas más que se nos escaparán pero vendréis a contarme (gracias).

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