Mayo marcea a pesar de que marzo marceó. La metereología no da tregua así que nada, a mirar llover a través del cristal. A contar los segundos entre relámpago y trueno. A bailar bajo la lluvia todo el mundo, que no queda más remedio.

1. MVP: No “exigí” que una canción de Car Seat Headrest fuera mi sintonía para la radio para dejarles sin MVP a lo siguiente que hicieran. La absoluta ida de olla de Will Toledo en forma de ópera rock me ha a-tra-ve-sa-do. Pasando por todos los registros que se saben, de la a la z, y jugando con alguno más. Sonando más que nunca a ellos mismos, mimetizándose en géneros en los que nunca los hubiéramos ubicado. Canciones de 3, 8, 18 minutos. Un ejercicio de estilo valiente y acertado. A sus putos pies.
2. No sabíamos que necesitábamos una deidad a la que adorar hasta que Cole Haden se hizo carne y bailó entre nosotras. Si aún no has visto a Model/Actriz en directo por un lado envidio vivir esa experiencia por primera vez, por otro, te compadezco. De la urgencia postpunk de su primer disco a la madurez sónica y lírica en este segundo sin perder ni una pizca de personalidad noise. De la letra pequeña de los festivales a cabezas imprescindibles allá donde vayan, dejando siempre una espiral de deseo a su paso.
3. “No es para mí” fue lo primero que pensé cuando empecé a escuchar a Yung Lean. Hasta que me acerqué a verle en directo y me encontré convertida por un profeta del cloud rap. Este es, quizá, su disco más pop, más diáfano, más cercano. Profundo, oscuro, triste como una tarde de tormenta. Quizá también pienses que no es para ti, pero, escúchame: te equivocas. Acércate sin miedo, conviértete y cree.
4. Detrás de una de las portadas más terribles del año (y van…) se esconde, cómo no, uno de los mejores discos. Lucius podrán sonarte de colaboraciones varias con Adam Granduciel (sí, el de TWOD) pero su personalidad sobrepasa ya esos featurings y se desmarcan como el futuro de la americana, con el twist de una voz femenina al frente.
5. No son los únicos de esa senda de carretera, manta, cielo estrellado y banderita de USA que te traemos esta semana. Carriers tira de sus amigos de Ohio para servir guitarrita y base rítmica que te acompañará en todos tus viajes en coche a partir de ahora, sin remedio. Ojo que guarda una versión dentro del disco que no te destriparé (pero te diré que es de Doña Sharon) que te va a dejar del revés.
6. Ya sabéis que tengo una querencia especial por los discos que exploran el duelo. Y cómo lo exploran. El de Suzzallo adopta una vertiente que no conocía: la del alt-rock noventero de Seattle. Un sonido que tengo muy asociado a cierta parte de mi vida ( fin de instituto, principio de universidad) y que no deja de sorprenderme que siga siendo capaz de llegarme a estas alturas. Claro, que está MUY bien hecho.
7. Hablando de la radio, si nadie me lo impide, esta semana hablaré de el regreso del emo a nuestras vidas en distintas formas y formatos. El de PUP es el del emopunk más gamberro. Cero tregua, todo sentimiento encauzado a través del ruido, con un trasfondo optimista porque, bueno, son canadienses.
8. Por el camino del ruido, la distorsión y los colores rosados en las portadas, nos encontramos con Pink Breath of Heaven. No hay manera de deshacernos del shoegaze y más cuando apela directamente a la sinestesia desde el ruido que provocan los colores. A favor.
9. Y, mirad, hablando de tendencias que perduran en el tiempo, ahora que tenemos la countrynemia más baja en sangre, aprovechamos para reivindicar a un disco que se nos pasó en su momento, que lo ha petado enormemente y que se ha reeditado esta semana. Shaboozey se lió la manta a la cabeza, mezcló cowboys con hiphop y vaya si le salió redonda la jugada. No se nos volverá a escapar, prometido.
10. Bastante monotemáticas esta semana con la americana. Samantha Crain se lo sabe bien que llega desde Oklahoma y la verdad que, viendo el enganche que hemos tenido estos días con su disco, ya quisieran otros hacerlo tan bien como ella. Mirando banjos de segunda mano estamos por su culpa.
11. Hablábamos de sinestesia y tenemos que irnos ahora a Noruega con una de sus luminarias, Jenny Hval, que ahora además de música, productora y escritora despunta como entendida en perfumes -daños colaterales aun de la pandemia- y nos muestra una metamorfosis de materia, forma y sonido.
12. Cerramos con una bizarradita esta semana. Un feat. que nos ha dejado con la cabeza ladeadita en desconcierto. ¿Flume? Nos gusta. ¿JPEGMAFIA? Nos gusta. ¿Qué ha pasado cuando les ha dado por juntarse? Te sorprenderá saber que…nos ha gustado.
Nos vamos, a seguir ver lloviendo por la ventana. A esperar la primavera prometida a la que se le van agotando los días. Sin poder estrenar la ropa de entretiempo. Negacionistas de todas las apps que tenemos para vigilar la meteorología. Pero sobreviviremos. Cuídate. Cuida de la Sanidad Pública. Compón, tú también, una ópera rock.