Cómo superar una ruptura que empezó siendo limpia pero se torció tanto que empañó todo lo bueno que hubo en la relación?
Dándole tiempo. Si la ruptura se ensució también habrá que darle su espacio. No soy partidaria de juzgar todo por su final, la relación que tuvisteis es vuestra y eso no pueden quitártelo por mucho que el final fuese feo. ‘Lo que ha sido no puede, en adelante, dejar de haber sido’, pero sí cuídate para no agarrarte al pasado si el presente no te gusta.
Creo que a veces nos empeñamos demasiado en que todo sea perfecto, también los finales. Y la verdad es que cuando se sienten cosas y se tienen que romper vínculos siempre habrá cosas feas de por medio. Dónde hay herida, hay escozor, ahí está, hacer como si nada sería casi peor.
Y si no encuentras la manera: con el paso de los meses recordarás lo bonito de la relación y la ruptura pasará a segundo plano. Creo que hasta te ayudará, de hecho, a no idealizarle.
estoy con una ansiedad por separación del copón después de pasar unos días con mi pareja, no le veré hasta pasadas unas semanas. algún tip para atravesar estos infiernos que ocurren por mucho que sepamos que pasará? GRACIAS 🙏
Comunicarlo, tener conversaciones, buscar los detalles. Entiendo, por lo que me dices, que tenéis una relación a distancia ahora mismo. Creo que sería muy bonito crear un lenguaje para eso, encontraros en espacios virtuales, visualizar ese reencuentro juntos, mandaros una carta.
Pero déjame darte una sugerencia a ti: toma este tiempo como un hueco para escucharte, cuidarte, pasar tiempo sola, escribir, leer, cualquier detalle que te haga feliz. Cultivar esas cosas que te hacen ser tú y no estar en constante estado de espera. La vida sigue sucediendo, el tiempo sigue pasando y puede ocurrir algo bonito en este momento. Esperar puede ser precioso porque significa que tienes a alguien que viene, pero este instante sin él también es parte de lo que estás construyendo, no te quedes sólo en el vacío.
No te imaginas cuánto he dudado en escribir estas líneas. Pero con el paso del tiempo he aprendido a tenerme compasión y a no castigarme tanto por lo que estoy viviendo.
Soy la amante.
Y ha sido muy difícil hablar de esto (creo que por eso dudé tanto en enviarlo). Llevo en esta relación más de dos años, quizás tres. He intentado distanciarme mil veces, pero siempre termino volviendo. La gente que lo sabe opina: que no es amor, que es apego, una herida de la infancia, o falta de autocontrol. Y la verdad… ya no sé qué es.
No sé si sigo aquí por costumbre, por la dinámica de ser un chat o un encuentro ocasional. Pero sea cual sea la razón, hay días en los que se me hace muy difícil: tener horarios, fingir demencia cuando algo pasa, cargar con la culpa de estar involucrada en un engaño… Y, sobre todo, ser plenamente consciente de que esto no va a ningún lado. Porque él siempre va a elegir a otra persona.
Lo que no pasó en este tiempo, ya no va a pasar. Y sí, son migajas: de amor, de atención, de presencia.
A las amantes nos llenan de adjetivos: perras, zorras, fáciles. No nos toman en serio. Nadie ve el otro lado de la historia. Y aunque no quiero hacerme la víctima, tampoco puedo negar que esta situación me ha marcado. No sé en qué momento abrí mi corazón hacia él. Y salir de esto ha sido mucho más complejo que entrar.
Porque sí, hay miedos.
Hay inseguridades.
Hay dependencia.
Gracias Carla
Elegí esta porque creo que siempre solemos hablar de un lado y abandonar el otro.
Esto no va de culpas, va de entender. De intentar comprender por qué te quedas dónde eres ‘la otra opción’, de intentar saber por qué crees tú que mereces un amor secundario y no principal, o por qué te acostumbraste. Abriste tu corazón y no creo que sea lo malo… Una tiene que ir con todo y tú decidiste ver qué ocurría pero ya tienes la respuesta: si en todo este tiempo no ocurrió nada, ya nada más va a ocurrir. Te tuvo en la mano y decidió mirar a otro lado. Sueno radical pero es lo que pienso.
Me atrevería a decirte que más vale que te atravieses la tormenta de tristeza que te viene a que te quedes sentada en tu sofá de culpa. A moverse. La dependencia se te va a quitar cuando te arranques de cuajo el vínculo.
Vete.
Llevo una racha muy mala, he conocido a gente que me ha aportado mucho pero siempre ha tenido que terminar abruptamente por diferentes razones o terceras personas no superadas. Tengo 25 años, una vida plena y sin dificultades, pero en el tema de las relaciones amorosas siempre ha sido caótica y dolorosa. Empiezo a pensar que quizás mi destino es estar solo porque disfruto esa soledad elegida, pero cada vez que estoy en una relación se me abre un mundo que me gustaría habitar y compartir. ¿Crees que merece seguir intentando encontrar a alguien? ¿Cómo puedo superar esos miedos e inseguridades que me han creado relaciones anteriores? Muchas gracias!
Creo que merece la pena intentar conocer a alguien hasta que te mueras.
¿Cómo diría que no merece la pena conocer a alguien?
Todavía no conoces a toda la gente que vas a querer y eso es algo que, aunque asuste, es maravilloso. Estamos naciendo todo el tiempo, estamos cambiando.
Y creo que, obviamente, hay distintas maneras de ser proactivo ante ello: habrá etapas en las que te va a apetecer más ser tú el que tenga la iniciativa y habrá otras que simplemente te dejarás mecer ante el destino. Ambas son buenas, abraza a la dos.
Los miedos y las inseguridades sólo se superan atravesándolas. Me atrevo a decir algo que quizás ni siquiera preguntabas: cuando te vincules con alguien que merezca la pena de verdad y sea una persona buena para ti… los miedos y las inseguridades se harán mucho más pequeñas, de a poco, será casi sutil. Los tendrás pero irás igual, algo en tu cuerpo va a querer ir igual y vas a descubrirte proponiendo un plan para dentro de dos semanas sin pensar que te van a hacer ghosting.
Hace cosa de más de un año estaba muy pillado por una chica de la universidad. Cuando tocaban las clases que coincidían con ella, se me ponían los pelos de punta. De septiembre a abril, cada conversación, por muy superficial que fuera, era muy especial para mí. La historia es muy larga, pero finalmente le dije lo que sentía, y resultó no ser recíproco (como sospechaba, pero necesitaba contárselo para poder avanzar). Evidentemente, fue como una puñalada, pero lo entiendo y puedo asegurar que solo guardo cariño hacia ella. El caso es, a pesar de contarlo para poder avanzar, cada vez que la veo, se me hace un nudo en la garganta y me da pena esta frialdad, ya que nuestras interacciones no transcienden más allá de un hola y adiós. Al principio intentaba acercarme para romper el hielo, pero la notaba incómoda (no la culpo, no es fácil gestionar este tipo de cosas y trazar límites). Cada vez que trataba de acercarme, y opté por dejar de hacer el esfuerzo, creo que era malo para los dos (por lo menos, para mí, sí). Un año después me invade la pena, cada vez que la "morriña" cada vez que la veo (seguimos coincidiendo en ciertas clases, pero bajo la distancia). Me encantaría comunicarle el cariño que guardo, pero no quiero exponerme a recibir una respuesta dolorosa (otra vez). No veo esta "pena" o "morriña" como algo malo, pero a veces me puede.
Varias cosas: la pena no es mala, significa que lo que viviste pasó de verdad por tu piel. No nos vamos a recrear en ella. Abraza tu pena, navega en ella, investígala.
Respecto a tu amiga: creo que debes respetar que ella se haya querido alejar un poco. Pensándolo, alguna vez he estado en ese lado y no quieres generar una situación incómoda o ni siquiera tú sabes cómo reaccionar, si la otra persona interpretará el cariño como algo más íntimo o si, por el contrario, sois amigos tan normal.
Mi aportación sería: tened una conversación, si eráis amigos, creo que hay oportunidad para reconducir. Si para ella no lo eráis tanto, tendrás que respetarlo e irte por dónde has venido. A veces se pierde, pero siempre es más honesto perder yendo de cara (tanto para ti como para ella) porque te aseguro que no querrías tener un vínculo con alguien que, en el fondo, no se está sintiendo bien con la situación porque se siente en un compromiso.
