El Consultorio de No Sex #10: Todos los fuegos son distintos

Lacan diría que en la naturaleza del deseo está el hecho de que sea imposible porque si lo consigues ‘dejas de desearlo’.

Empecé con mi actual pareja hace 4 años y medio. Venía de una relación larga, de casi 10 años, en la que no me estaban cuidando nada bien (dejémoslo así). Esto, en su momento, fue un soplo de aire fresco, fue todo lo opuesto a eso malo de lo que venía, me ayudó a salir. Empezamos muy rápido, un par de años después me quedé embarazada y hace 6 meses nos casamos. Todo ha ido pasando por inercia, algo así como « porque la vida tiene que ser esto », es cómodo, es fácil, él es bueno, y aunque me duela decirlo, no es nada más. Un poco antes de conocerle, conocí también a otro chico, el tiempo nos fue haciendo amigos y los dos siempre supimos que algo había. Ese algo ha ido creciendo con los años, llegando a un punto imposible de ignorar. Yo siempre he pensado (y ahora sé que él también) que si algo me iba a doler en la vida, era no haberlo intentado nunca. Hace unos meses decidimos hablar y nos dijimos todo lo que nos hubiésemos tenido que decir hace tiempo. Ahora se lo que quiero, lo tengo claro, no tengo dudas. Si me imagino el futuro, sé como y con quien y deseo con fuerza vivir todo eso. Pero la situación es complicada. ¿Es una locura o es la vida poniendo las cosas en su sitio? (He tenido que resumir mucho la historia, pero creo que te puedes hacer una idea).

Creo que muchísimas veces más de las que creemos cuando venimos a preguntar algo a un Consultorio de Amor estamos configurando la respuesta mientras lanzamos la pregunta. La forma de contarlo y la búsqueda de una reacción determinada del que tenemos enfrente habla de nuestros deseos y de nuestra voluntad.

Desde luego no es una situación fácil. La he ido leyendo y digiriendo de a poco y es que el amor puede ser cómodo, fácil y bueno y puede ser todo lo que estabas buscando, no es menos por ser bueno y fácil. En tu caso parece que no es así y parece que sabes hacia dónde dirigirte y desde luego que no deberías quedarte con la duda. Sólo ten cuidado porque todos en el plano de las ideas somos amores fantásticos y perfectos y sólo unos pocos se quedarían contigo a formar una familia.

*

Estuve muchos años en pareja y desde chica. Crecimos juntos, con el tiempo nos mudamos juntos y todo iba bien. Nunca tuvimos grandes peleas ni momentos malos. Hasta que en el último tiempo descubro que estuvo unos meses saliendo con alguien de su trabajo. Fue muy fuerte por cómo se dio y por el amor que de mi lado estaba intacto. Si bien me costó después de esto me separé. Ahora empecé a verme con alguien pero me cuesta entender si realmente me gusta, porque no sé si puedo volver a sentir lo mismo. Sé que me gusta, pero no igual, no con esa intensidad. No quiero hacerlo sentir mal porque se nota que está mucho más enganchado que yo. Hasta ahora me priorice, intenté ser clara y pasarla bien, pero sé que también doy señales encontradas.

Creo que el error está en pensar que vas a sentir lo mismo con otra persona. Todos los fuegos son distintos y no por ello dejan de ser fuego. Sería interesante observar y preguntarte a ti, como casi en un ejercicio silencioso, qué es esa intensidad que decías sentir, cómo la identificabas y qué te provocaba, sólo para entender de dónde salía y si era amor o era una sensación de conquista con tu pareja, una sensación de que se te podía escapar de las manos.

 

Por otro lado, y mirando en el presente de tu situación, hay algo que me ha funcionado mucho con amigas y es jugar a responder: ¿por qué me gusta la persona con la que me veo? En la respuesta vas a encontrar muchos matices y quizás descubres si te está gustando porque ‘necesitas’ estar con alguien, si es algo mucho más casual o si tienes alguna resistencia a soltarte con esa nueva persona porque entiendes que eso significará realmente cerrar la otra etapa que tanto amaste aunque te rompiese al final.

Está bien querer estar con alguien tan sólo por pasarla bien pero el otro tiene que saberlo, sobre todo si sientes que él iría un paso más allá o se está imaginando un recorrido que tú no puedes darle.

*

Me he sentido muy reflejada en el último testimonio del Consultorio#4, pero siendo yo la persona que decidió irse porque ella arrastraba heridas del pasado que le hacían no estar preparada para sostener y cuidar la relación tan bonita que estábamos construyendo.

Mi consulta es: Ahora, que ella misma se ha dado cuenta de esas heridas, me lo ha comunicado y está yendo a terapia para sanar (sin pedirme, por supuesto, que la espere)... ¿Qué debería hacer yo?

Inconscientemente la estoy esperando, no me apetece abrirme a nadie más. Pero tampoco tengo la seguridad de que vaya a volver (sea cuando sea, sé que sanar es un proceso largo) y no quiero preguntarle para no agobiarla ni presionarla.

Lo siento pero sin la conversación que estás intentando evitar nunca podrás mover ficha. Si crees que la vas a presionar por preguntarle quizás ya tienes una señal de que ella no está preparada. Sin embargo, ella ha ido a buscarte y a comunicártelo: si tú necesitas más, ¿por qué no te crees merecedora de que te cuente? Sin eso tampoco vas a creerte merecedora de su amor y no vais a llegar muy lejos. 

El inconsciente está bien y debemos escucharlo, tanto como pasarlo al plano de la consciencia y ser un pelín más kamikazes. El limbo es mucho peor que el infierno.

*

Amo profundamente a una mujer que me ama también, pero se fue a vivir a 18mil km de distancia y dice que no sabe cuándo volvera, que elije su futuro profesional sabiendo que pierde a alguien maravillosa. ¿Qué se hace cuando el deseo no es posible? ¿Se ruega o se deja ir con dolor?

Lacan diría que en la naturaleza del deseo está el hecho de que sea imposible, porque si lo consigues ‘dejas de desearlo’. En realidad tu cuestión no es tanto acerca del deseo, sino acerca de la posibilidad de que el amor no baste (¿en serio? ¿Digo esto en una columna de amor?). Y es que a veces el amor no basta y los momentos de vida trazan caminos que recorren mapas distintos. 

En el final de Normal People Connell le dice a Marianne que se vaya y no creo que lo haga desde una renuncia sin sentimientos, sino desde una forma generosa de entender lo que es amar a alguien y cómo ese amor trasciende al propio vínculo. Amar a veces también es dejar ir y dejar que la otra persona crezca. No sé si preferirías quedarte con alguien frustrado por no haber perseguido su sueño y tampoco sé si querrías acompañarle y dejar el tuyo, sea el que sea.

Quizás no es ahora, quizás podría ser después, quizás prueba y piensa que su trabajo no lo es todo, pero no es algo que puedas decidir tú. Yo abrazaría lo vivido y lo soltaría al aire, las corrientes siempre son inesperadas y la brisa podría volver, pero tú sigue tu vida, abre tu mapa y dibuja tu camino.  

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Lacan diría que en la naturaleza del deseo está el hecho de que sea imposible porque si lo consigues ‘dejas de desearlo’.

Empecé con mi actual pareja hace 4 años y medio. Venía de una relación larga, de casi 10 años, en la que no me estaban cuidando nada bien (dejémoslo así). Esto, en su momento, fue un soplo de aire fresco, fue todo lo opuesto a eso malo de lo que venía, me ayudó a salir. Empezamos muy rápido, un par de años después me quedé embarazada y hace 6 meses nos casamos. Todo ha ido pasando por inercia, algo así como « porque la vida tiene que ser esto », es cómodo, es fácil, él es bueno, y aunque me duela decirlo, no es nada más. Un poco antes de conocerle, conocí también a otro chico, el tiempo nos fue haciendo amigos y los dos siempre supimos que algo había. Ese algo ha ido creciendo con los años, llegando a un punto imposible de ignorar. Yo siempre he pensado (y ahora sé que él también) que si algo me iba a doler en la vida, era no haberlo intentado nunca. Hace unos meses decidimos hablar y nos dijimos todo lo que nos hubiésemos tenido que decir hace tiempo. Ahora se lo que quiero, lo tengo claro, no tengo dudas. Si me imagino el futuro, sé como y con quien y deseo con fuerza vivir todo eso. Pero la situación es complicada. ¿Es una locura o es la vida poniendo las cosas en su sitio? (He tenido que resumir mucho la historia, pero creo que te puedes hacer una idea).

Creo que muchísimas veces más de las que creemos cuando venimos a preguntar algo a un Consultorio de Amor estamos configurando la respuesta mientras lanzamos la pregunta. La forma de contarlo y la búsqueda de una reacción determinada del que tenemos enfrente habla de nuestros deseos y de nuestra voluntad.

Desde luego no es una situación fácil. La he ido leyendo y digiriendo de a poco y es que el amor puede ser cómodo, fácil y bueno y puede ser todo lo que estabas buscando, no es menos por ser bueno y fácil. En tu caso parece que no es así y parece que sabes hacia dónde dirigirte y desde luego que no deberías quedarte con la duda. Sólo ten cuidado porque todos en el plano de las ideas somos amores fantásticos y perfectos y sólo unos pocos se quedarían contigo a formar una familia.

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Estuve muchos años en pareja y desde chica. Crecimos juntos, con el tiempo nos mudamos juntos y todo iba bien. Nunca tuvimos grandes peleas ni momentos malos. Hasta que en el último tiempo descubro que estuvo unos meses saliendo con alguien de su trabajo. Fue muy fuerte por cómo se dio y por el amor que de mi lado estaba intacto. Si bien me costó después de esto me separé. Ahora empecé a verme con alguien pero me cuesta entender si realmente me gusta, porque no sé si puedo volver a sentir lo mismo. Sé que me gusta, pero no igual, no con esa intensidad. No quiero hacerlo sentir mal porque se nota que está mucho más enganchado que yo. Hasta ahora me priorice, intenté ser clara y pasarla bien, pero sé que también doy señales encontradas.

Creo que el error está en pensar que vas a sentir lo mismo con otra persona. Todos los fuegos son distintos y no por ello dejan de ser fuego. Sería interesante observar y preguntarte a ti, como casi en un ejercicio silencioso, qué es esa intensidad que decías sentir, cómo la identificabas y qué te provocaba, sólo para entender de dónde salía y si era amor o era una sensación de conquista con tu pareja, una sensación de que se te podía escapar de las manos.

 

Por otro lado, y mirando en el presente de tu situación, hay algo que me ha funcionado mucho con amigas y es jugar a responder: ¿por qué me gusta la persona con la que me veo? En la respuesta vas a encontrar muchos matices y quizás descubres si te está gustando porque ‘necesitas’ estar con alguien, si es algo mucho más casual o si tienes alguna resistencia a soltarte con esa nueva persona porque entiendes que eso significará realmente cerrar la otra etapa que tanto amaste aunque te rompiese al final.

Está bien querer estar con alguien tan sólo por pasarla bien pero el otro tiene que saberlo, sobre todo si sientes que él iría un paso más allá o se está imaginando un recorrido que tú no puedes darle.

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Me he sentido muy reflejada en el último testimonio del Consultorio#4, pero siendo yo la persona que decidió irse porque ella arrastraba heridas del pasado que le hacían no estar preparada para sostener y cuidar la relación tan bonita que estábamos construyendo.

Mi consulta es: Ahora, que ella misma se ha dado cuenta de esas heridas, me lo ha comunicado y está yendo a terapia para sanar (sin pedirme, por supuesto, que la espere)... ¿Qué debería hacer yo?

Inconscientemente la estoy esperando, no me apetece abrirme a nadie más. Pero tampoco tengo la seguridad de que vaya a volver (sea cuando sea, sé que sanar es un proceso largo) y no quiero preguntarle para no agobiarla ni presionarla.

Lo siento pero sin la conversación que estás intentando evitar nunca podrás mover ficha. Si crees que la vas a presionar por preguntarle quizás ya tienes una señal de que ella no está preparada. Sin embargo, ella ha ido a buscarte y a comunicártelo: si tú necesitas más, ¿por qué no te crees merecedora de que te cuente? Sin eso tampoco vas a creerte merecedora de su amor y no vais a llegar muy lejos. 

El inconsciente está bien y debemos escucharlo, tanto como pasarlo al plano de la consciencia y ser un pelín más kamikazes. El limbo es mucho peor que el infierno.

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Amo profundamente a una mujer que me ama también, pero se fue a vivir a 18mil km de distancia y dice que no sabe cuándo volvera, que elije su futuro profesional sabiendo que pierde a alguien maravillosa. ¿Qué se hace cuando el deseo no es posible? ¿Se ruega o se deja ir con dolor?

Lacan diría que en la naturaleza del deseo está el hecho de que sea imposible, porque si lo consigues ‘dejas de desearlo’. En realidad tu cuestión no es tanto acerca del deseo, sino acerca de la posibilidad de que el amor no baste (¿en serio? ¿Digo esto en una columna de amor?). Y es que a veces el amor no basta y los momentos de vida trazan caminos que recorren mapas distintos. 

En el final de Normal People Connell le dice a Marianne que se vaya y no creo que lo haga desde una renuncia sin sentimientos, sino desde una forma generosa de entender lo que es amar a alguien y cómo ese amor trasciende al propio vínculo. Amar a veces también es dejar ir y dejar que la otra persona crezca. No sé si preferirías quedarte con alguien frustrado por no haber perseguido su sueño y tampoco sé si querrías acompañarle y dejar el tuyo, sea el que sea.

Quizás no es ahora, quizás podría ser después, quizás prueba y piensa que su trabajo no lo es todo, pero no es algo que puedas decidir tú. Yo abrazaría lo vivido y lo soltaría al aire, las corrientes siempre son inesperadas y la brisa podría volver, pero tú sigue tu vida, abre tu mapa y dibuja tu camino.  

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