Incensurable, Luna Miguel (Lumen, 2025)

95, 1: ¿Por qué se inventó Nabokov Lolita es quizá la gran pregunta?

A la memoria de Roberto Calasso

Esto no es una interpretación del libro, son mis glosas resumidas al texto. El primer número remite a la página, el segundo (si lo hubiere) a la línea(s), el tercero (si lo hubiere) a la palabra(s).

11, 1, 3: Segunda persona del plural.

11, 1, 4: Femenino.

11, 1, 8: La voz por encima del texto, pero esto es un texto.

11, 3, 1: Este libro es una pretensión, se va a intentar.

11, 5, 2: El natalicio, lo natal, lo marcado.

11, 5-6: De nuevo, “se querría”, un desideratum, ¿se cumplirá?

11, 14: Mucha perífrasis verbal, un estilo perifrástico.

11, 16, 7: La fatalidad, el destino, la tragedia griega, antipsicológica, antidemocrática.

11, 17, 4: El destino del siglo XX se alarga en el XXI: no poder concluir, el fragmento.

11, 19, 10-11: El gran problema de la verdad.

11: La distancia entre las palabras, lo que dicen, y lo que queremos que digan.

12, 22-23: ¿Cuál?

12: Distopía, una novela sobre un mundo próximo, 2029, en que Lolita, de Nabokov, está censurada (como quería Laura Freixas en ¿2018?)

13: Se deben escribir libros sobre lo que no se puede decir.

13, 7: Siempre que haya una puerta para que salga o entre quien quiera, se puede decir lo que a una le venga en gana. La puerta inexpugnable en Lorca, la puerta que invita a salir en Cervantes.

13, 10: La productividad de las malas lecturas, Ricardo Piglia (y sus peligros políticos, L.).

13, 17, 3: Susan Sontag.

13, 21: Enseñar a leer no es una acción unívoca, leer hay modos, ¿cómo?

13, 28, 8: Los católicos necesitamos hablar de culpa todo el rato, incluso los católicos ateos.

14, 4: ¿Qué es una obra maestra?

14, 17: “¿Qué es la verdad? La mentira más eficiente”, Nietzsche.

14, 26: Tono docente-conferencial, sigámosla por ahí, dubitativo, autojustificativo, rabioso y culposo a la vez.

15, 1, 1-3: ¿Qué es “todo el mundo”?

15, 6, 6-9: Perífrasis verbal, estilo perifrástico.

15, 20, 9: “jaleo”, le encantan esas palabras que rebajan el tono académico y lo juntan con el banco del parque, la litrona y las pipas.

15, 27, 10-11: Todo placer es culpable para el católico; todo español es católico.

16, 3, 1: De nuevo el problema de la verdad.

16, 19-20: ¿No lo son todas?

16: El problema por ahora es ese estilo dubitativo oral, pero parece muy voluntario.

17, 8: Y otros solo en casa.

17, 12-17: Leer como actividad censurable y peligrosa, asunto de seguridad nacional, francotiradores en las azoteas.

17, 23-25: Intentar como lo más perverso de la voluntad.

18, 8-9: Comprender es lo único que importa en el placer.

18, 11, 7-9: Perífrasis verbal.

18, 19-20: La búsqueda, no la belleza.

19, 7: ¿Es tu voz, L.?

19, 8: Este libro es una advertencia.

19, 13: Manuscrito perdido, Don Quijote, para que luego fuera despotricando de nuestro clásico el Nabokov.

19, 17: Los verbos son lo más importante.

19, 18: Confesar.

19, 21: L. nos confiesa, aunque veladamente, en este libro las claves de lectura de su poesía, también sus coordenadas como lectora de poesía y de literatura en general; como Nabokov, nos enseña a leer y a leerla en sus novelas. Son autores tramposos y muy inteligentes. Antes lectores que escritores. Lectores-autores estrategas.

20, 1: Muerte a las metáforas.

21: Si (yo) fuera mejor escritor, si (yo) fuera Nabokov, inventaría un personaje que escribiera un prólogo a mi texto y me justificara en la ficción y líricamente, en vez de ponerme (yo) a dar explicaciones, que es lo que hacemos todos ahora en cualquier libro actual que cojas, justificarnos, y en primera persona, y con frases cortas, que se entienda y quede claro, buenas intenciones, profilácticos literarios los prólogos actuales (lo que Harwicz se negó a hacer en su edición inglesa). Pero me da tanta pereza, y ya que estamos, si vamos a justificarnos, a defendernos, a ser cursis y buenistas, que sea de frente para que puedan atacarnos y todo quede claro, no?, esta es otra autojustificación, pero bueno, al menos habrá que poner el cuerpo.

21, 27, 4: Mi favorita del ruso.

22: Nabokov es un escritor emocionado, y solo conoce una emoción, la emoción de la literatura, la emoción de la máscara, el maquillaje de nuestra monstruosidad, el maquillaje de nuestro deseo.

22, 16-17: Nabokov es el autor que más manipula al lector con sus propias interpretaciones de sus propios textos, y se la cuela al lector sin que se dé cuenta, porque se la cuela en la ficción, no en declaraciones, y porque es mucho más inteligente que nosotros, aunque también fuera mucho más imbécil. Pálido fuego, un libro sobre la interpretación de un libro. Incensurable, un libro sobre interpretación para interpretar poesía, al menos la de su autora. Todo lo que dice un escritor sobre un texto, lo dice sobre sus propios textos.

22, 19: Tú quieres que miremos la literatura en vez de tu libro.

22, 25: Ya en el año 26’ Nabokov tiene muy claro que solo le importa el estilo.

23, 8: Escribir es un esfuerzo.

23, 11-12: Como dijo Mario Vaquerizo en Masterchef Celebrity, “cada maricón es un mundo”.

23, 24: Ojalá.

23, 27: Intentar no sirve de nada, no aporta nada, no significa nada. Es lo que uno cree que quiere, es decir, falso.

24: Aquí levanta el vuelo.

26, 5-8: Igual que los mejor representados en la obra de L. son los machos que la odian sin leerla, pero, curioso en ella, mérito de genia, igual que con Lolita, también se refleja en su obra perfectamente los machos que la adoran, siendo precisamente el tipo de macho que resulta repugnante en su obra, como su padre, como los críticos y académicos machos tan listos, y calvos, y bigotudos.

26, 12-13: Lo que se olvida escondido anida en el centro de nosotros.

27, 1-2: La academia igual que la industria editorial.

27, 8: Nos interesa más qué hay fuera de los libros que dentro, también denuncia L.

27, 18-19: Lo escandaloso de L. es lo bien que escribe, por eso creemos que le hemos visto las tetas, por eso la atacan de poeta puta, porque creen que se las han visto de lo bien que escribe, y así solo revelan su adolescencia hormonal y su escasito nivel lector.

27, 19: Joseph Brodsky sobre Ósip Mandelstam encontrado en María Negroni: "Fue su solvencia lingüística —su voz demasiado singular— la que lo metió en líos, mucho más que su posición política".

28, 7-8: “¿Y qué es el intelecto, al fin y al cabo, sino la peor amenaza?”.

28, 14-15: Es la mofa del tono lo que les jode: ¿pero cómo se atreve esta niña a ser tan condescendiente con nosotros señoros de la poesía?

28, 18-20: Ella mismamente es una pedante conferencista, se erotiza, sí, se erotiza explicándonos.

29, 3-6: Lo importante es publicar; el sexo es secundario.

29, 20-22: Como siempre el poder fascista es estúpido, poderoso pero estúpido; nos mata, pero levanta nuestras obras.

30, 7: Y lo es, ¡qué bien!

30, 19: Qué puritanos son los ingleses, y qué buen argumento la libertad literaria para leer porno.

31, 9: El misterio de la novela de L. ¿Por qué no seré leída en el futuro?

31, 21: Cuidado con la anestesia.

31, 28: El Gran Apagón L. parece una técnica de censura virtual-capitalista más que impositivo-fascista, obvio.

32, 11: Está todo el rato interpretando, siendo educada, igualitaria. Qué condescendiente, pero si solo hablas tú, con tu tonito de profe inglesa, colegio-bichi.

32, 26: Freixas.

33, 1-2: Cuidado, que nos convertimos en censoras nosotras mismas sin darnos cuenta.

33, 19-22: Clase de Historia de los feminismos.

34, 6-11: Buenos años, amiga. Ya podemos ser nostálgicos los millenials con nuestra primera juventud y regodearnos en tiempos mejores y más tranquilos, cuando la Historia parecía haber terminado y la política era aburrida, que este convulso y clave presente que nos toca vivir, como toda generación cree que le ocurre cuando va creciendo.

34: Eso era la cultura, y solo hoy podemos decirlo.

35, 1: Los blogs eran tinder, hoy es substack.

35, 2: Todo ha ido siempre de follar.

36, 9: Es una lectura débil L., por eso lo aprende todo y lee de todas las formas a la vez, mejor que nadie.

36, 14-19: Sí, pero un poco explicativo este párrafo. El tono de conferenciante se lo permite, es hábil L.

36, 24: La nueva masculinidad de siempre.

36, 26, 6: Solo por esta palabra ya merece una parcela en el olimpo del castellano.

37, 1-4: El recule de Freixas.

37, 6: La critica y luego la reivindica, conoce los matrices la ponente.

37, 12-20: ¿Qué es esto? ¿Novela? ¿Ensayo? ¿Conferencia? Texto. Voz. DIOS!!!

37, 20: Por primera vez el XXI es “nuestro siglo”.

37, 23-25: Hasta en términos estratégicos la cancelación es un mecanismo torpe y estúpidpo, que en nada limita o aplaca la llegada o impacto de ideas que nos resultan poco democráticas.

38: Tiene el tono de una profe explicando, claro, es que es una profe explicando.

38, 11: “Si leemos bien no pasa nada”, “si sabemos leer correctamente no hay peligro moral”, no sé si estoy de acuerdo.

38, 20: Spinoza.

38, 23: ¿Cómo superar lo insoportable? Textualizándolo.

39, 2: ¿¡Eso queremos que haga la literatura!?

39, 5: Ya sé que me ves, L.

39, 14-16: ¿Y si fuera verdad que hay libros que hacen el mal? ¿Y si las palabras sí tienen moral? ¿Y si las bellas, las más bellas palabras, tuvieran la peor moral? ¿No es esa la verdadera pregunta que deberíamos enfrentar?

39, 22: Explica muy pronto, ¿no? ¿Qué va a hacer luego?

39, 28: Mariana Enriquez.

40, 5: ¿Trapiello?

40, 14: La fotocopia como arma terrorista, revolucionaria, peligrosa.

40, 18: No lo soportamos porque también nos hacemos la paja, y nos damos asco, y queremos parar, y por eso nos ponemos violento y queremos censurar ese repugnante cuerpo que nos hace repugnantes, como el padre de L.

41, 4: Daga-polla.

41, 5: La mano es muy importante.

50, 5: Era todo una máscara. ¡Lo sabía! Como Nabokov.

50, 7: SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ.

53, 1: Yo canto al cuerpo enfermo.

53, 5: Vivir, leer, sobrevivir.

53, 14: El motor de esta conferencia es la rabia.

54, 1: Toda literatura debería ser un manifiesto, un panfleto, incendiaria.

54, 6: Tolerar lo atroz es atroz. Tolerar es atroz.

54, 27: L. ha decidido escribir ya únicamente sobre sus lecturas. Es borgeana, quiere ser solo lectora: en poesía masculina, en ensayo que mata, en novela incensurable.

59, 1: Ahora se cierra esa puerta, han concedido todas en cometer el crimen, ahora se encierran, comienza el sacrificio, se derramará la sangre por lo santo, pues lo santo requiere sangre.

59, 7: Buko siempre será Buko. El Zeus de mi Olimpo, imaginad qué infecto y demencial Olimpo. Qué repugnante e inaceptable Olimpo. Mi querido Buko.

59, 15: Zambra.

59, 17: Rubén Darío.

59, 19: La ternura, Ducay.

60, 5: Las cursilerías hablan de nosotros mucho más que lo que hacemos en serio y gravemente.

60, 17: Lo sagrado es un viejo borrachuzo sacándose el pito flácido delante de dos niñas.

63: Apollinaire, Bataille, Wilde, Jarry, Genet.

65, 3-5: El canon es un deseo de ser aristócratas que pueden comprar niñas en matrimonio.

66, 9-10: “La literatura sin distancia es peligrosa”.

66, 20: El macho es cruel porque no reconoce su debilidad, porque no se cuida a sí mismo, y desahoga el dolor no confesado dañando.

69, 8: ¿Por qué elige una conferencia en vez de diario o carta? ¿Por qué no menciona ni valora el género, que está poniendo en marcha? Es muy inteligente.

69: La ansiedad desea, pero desea su propio estómago.

73, 3-4: Pierre Menard, autor del Quijote.

73, 28: Nombrar a alguien es dominarlo.

76: Nabokov está retratando un nuevo fenómeno americano-capitalista-democrático-liberal-puritano, no es una casualidad, obvio.

76, 20: Mitología griega.

80, 9: Lolita como poema maldito.

83, 11: El problema de Lolita efectivamente es que nos hace desear a Lolita. Ese es el verdadero problema. Por eso odiamos Lolita y a Lolita, porque nos hace odiarnos y leer nuestra inmundicia.

86, 2: Peor literatura, mejor moral.

87, 27: Los amantes de Lolita son más Humbert Humbert que Vladimir Nabokov. Eso es lo peligroso.

89, 10-12: Y es necesario el orgasmo para poder entender la idea.

89, 17: Lolita es clasicismo griego, sus babosos seguidores cutres modernos clase media pidiendo permiso para violar.

89, 25: El problema es la pubertad, no la madurez.

90, 5: Solo se suma enfermedad a otre.

90, 25: El gran Gatsby.

91, 1: ¿El confesor confiesa todo? ¿Y si fue Gatsby el que atropelló a la amante raptando a Daisy?

91, 4: Un dios griego.

92, 1: Ese es el problema de las apariencias que hay o apariencias obvias que no nos creemos creer y para eso inventamos: el fondo.

90, 8: EE.UU. no, de eso va Lolita.

90, 13: La literatura es el centro del sexo.

90, 21: Prohibir lo que no queremos ver.

90: Este libro es una carta a su generación.

93, 1, 10: como el sexo hoy.

93: ¿Qué significa censurar?

93, 23-24: ¿Por qué seguimos pensando que “saber” es algo bueno para el mundo?

94, 3: La literatura de Nabokov también es una persecución.

94, 10: ¿Puede otra definir/saber tu orientación sexual?

94, 23: ¿Puedes decir que eres lesbiana si nunca te ha comido el coño una mujer? ¿Te puedes enamorar de una mujer si no le has comido el coño?

95, 1: ¿Por qué se inventó Nabokov Lolita es quizá la gran pregunta?

95, 3: L. es una gran creadora de neologismos, algo muy difícil en español, solo al alcance de Paul B., Castro, no conozco más.

95, 10-12: Las cosas del cuerpo son parte del conocimiento que nos quiere compartir L.

95, 14: La muerte es parte central de la lectura /y el cuerpo, claro, sexo y muerte, amor y muerte).

95, 23: ¿Solo quiere salvar Lolita por lo buena que es literariamente?

96: Está secuestrando L. el libro de Lolita igual que Humbert secuestra, rapta a Lolita en el libro.

97, 6-8: ¡Qué frase!

97: Lo que le importa es ser dueño de su destino, aunque sea cediendo a un mundo que no comprende, sentir que decide él, como Sade.

97, 25: Nabokov dice “creo” yo cuando habla de la novela, saber que Lolita no es suya.

98: Las citas sirven para apretar las tuercas de nuestras ideas.

98, 15: Inventar=narrar=mentir. “La literatura no nació cuando llegó Pedro gritando que viene el lobo, que viene el lobo, con un lobo detrás, sino cuando llegó Pedro gritando que viene el lobo, que viene el lobo, y no había ningún lobo detrás”, Vladimir Nabokov.

98, 17: El mal, hacer el mal es imponer en los otros nuestras ilusiones, y cuidado, las ilusiones son fuertes y es fácil ceder ante ellas. También justificarse en nuestra debilidad y dolor.

101, 1: Yo prefiero fantasmas.

101, 2: No estoy de acuerdo. No tenemos derecho a enfadarnos u ofendernos por lo que queramos. No pueden enfadar los discursos antifascistas, como no pueden enfadar los derechos lgtb. No hay derecho a pensar lo que se quiera. Está mal pensar lo que se quiera.

101, 13: Queremos leer bonitos poemas oscuros en paz.

105, 3: Seguimos sin saber qué ocurrió y cuándo exactamente en el Gran Apagón L. Y lo más importante, quién lo hizo. Quién fue. Intuyo que nosotros.

105, 11-12: Efectivamente, el derecho a no escuchar, a hacer callar, es la fuerza dictatorial de la moral.

105: Sabemos que hay cosas que no se pueden decir. Yo añadiría: hay cosas que son obligatorias escuchar.

110: Si comemos lo mismo que otros nos convertimos materialmente en ellos. Es una idea fuerte. Queremos visitar la casa de los escritores y estar donde ellos estuvieron, pero efectivamente su comida es mucho más ellos que sus lugares. En plan Lucrecio, en plan Nietzsche, en plan Chirbes.

111, 1: Todos somos húmbicos a veces.

112, 25-26: El alcoholismo y Nabokov son un poco lo mismo, algo imprescindible que llevar encima de contrabando, junto al pecho, más por si acaso que porque se vaya a usar.

114, 2, 1-4: Debe ser ese punto en el que yo siento que puedo leer a velocidad supersónica cuando abro el libro en el bus de vuelta a casa o ya en la cama bastante borracho.

114, 15-21: El vicio del alcohol es el mismo que el vicio de escribir, buscar esa luz fugaz, entrar en un punto peligroso donde rara vez se enciende la luz y casi siempre lo que genera es tontería o malestar.

114: Alcohol = Literatura = Mentira = Belleza = Sexo: Abismo de placer desconocido infinito letal que nos acecha.

115, 3: El alcohol sustituye a Lolita. Lolita es el alcohol, pero el alcohol no tiene voluntad, ni emoción, ni coño. Se puede abusar del alcohol, no se puede abusar de Lolita, podríamos decir.

115, 10-11: En la voluntad del otro, en el poder sobre los cuerpos.

115, 13: ¿Cómo llegar a lo oculto, el fondo, sin matar al carnero para el sacrificio? ¿Cómo quedarse en la orilla de Deleuze, arriba del volcán mirando hacia adentro pero sin caer?

115, 16: Lo malo de las metáforas es que son reversibles. Sirven tanto para atacar el mal como para defenderlo.

115, 19: Experimentarlo todo también es experimentar el mal.

115, 22-23: No, eres tú, tú sola.

115: Estoy escribiendo esto borracho.

116, 3: Enseñar a los niños a drogarse.

116, 5: Solo si lo pides por favor.

116, 6: Lo que te dejan hacer a la vista de todos por favor, ¿por qué no lo vas a poder hacer luego sola?

117, 4: Es lo que toleramos aquello que nos destruirá.

117, 12: La lectura tapa el alcohol, como la locura. Como tantas cosas tapa la lectura con ese engalanamiento de presunta bondad tan absurdo y falso que le da nuestra sociedad.

117, 17-18: Beber es una esclavitud; leer es una esclavitud; estar enamorados es otra esclavitud, una estúpida, si lo piensas una verdadera locura.

117, 20: Te alteras, te disocias, otredad, mística, Dios en yo.

118, 1-2: Como si fuese un coñito sin vello.

118, 2, 9: Los pelillos.

118, 9-10: Pedro el narrador y el lobo Nabokov.

119, 5-6: Ningún libro vale una sola vida (cita de Cartarescu en Solenoide sobre salvar al niño Hitler de la casa en llamas o La Mona Lisa).

120: Nada peor que exculparse o pedir disculpas por lo que inmediatamente se va a hacer, algo que yo hago constantemente, aquí otra vez, de nuevo. Aquí está. Qué vergüenza, de nuevo…

123, 1, 6: Nunca son los censores los que interrumpen, esa es la falsa censura, la falsa opresión, orgánica con la propia resistencia, se necesitan. La censura real no deja rastro, es fulminante. No irrumpe, ya estuvo ahí, no la ves, ni la viste, ni la conocerás. No sabrás qué censuró, ni quién, ni cómo serías sin ella.

123, 4: Leer, beber, escribir.

123, 8-9: Leer es un atrincheramiento, que esperen.

125, 1, 1-4: Y cuántos…

125, 3: En la actitud del Don Juan es más importante la acumulación de medallas en la memoria que el placer único del acto.

125, 8-9: Folla antes de morir.

125, 18-19: No hay ser más tolerante y transversal que el Don Juan, no discrimina, le da igual todo, cualquiera le gusta igual, todas son bellas para él.

128, 3-4: El deseo es lo contrario de la libertad. El saber no tiene nada que ver con esto, nadie ha sabido resolverlo, tanta teoría para caer rendidos ante el acto indómito.

128, 11, 7: Sin deseo reprimido no podría triunfar la violencia, pero no nos engañemos, necesitamos reprimir el deseo. Y si no pregúntale a cualquier pliamoroso cuántas normas operan en sus relaciones libres basadas en el respeto y el cuidado. Todo bien, pero la monogamia es más anárquica si es por eso.

129, 3: El rapto es el deseo no reprimido y la consecuencia de reprimir el deseo.

129, 7-11: Solo el perdón eleva y sale del deseo reprimido de la violencia. La vía mística. Cabe también el deseo violento sin represión. Pero asumámoslo ya, no cabe el deseo sin violencia, lo que sí cabe también es el perdón reprimido, y eso no nos libera de nada, esa es la peor opción, pues acaba en violencia igual y elimina toda posibilidad de deseo, y si no pregúntale a los sacerdotes católicos.

129, 13, 7: ¿No podría también el afecto salvarnos? ¿Es compatible el afecto con el deseo? Entre hombres enfermos y cultos no. 

130, 1: Ignacio Echevarría.

130, 3: ¿Realmente nosotras no odiamos?

130, 8-9: Sí odiamos.

130, 11: Las artístas del odio son las que han censurado a Nabokov en nombre del feminismo, en nombre del bien, y de la verdad. Lo más peligroso siempre es la verdad, el bien, lo natural.

130, 15: No se follen nunca narradores que increpen al lector.

133, 3: Del aula magna al sótano y de ahí a la casa. Es el camino del cristianismo a la inversa: Imperio Romano, catacumbas, última cena.

133, 4: Cuatro evangelistas.

133, 12-14: Tenemos que volver a los primeros rudimentos del lenguaje, olvidar tantas palabras, volver a la niñez de la arcadia sin memoria y empezar de nuevo a nombrar.

134, 2, 3: La oralidad grabada en el siglo XXI es la edad primitiva de la era que comienza, el principio de nuestra nueva escritura.

134, 12-13: Muchas veces sabes que eres el único en el mundo leyendo esa frase en ese instante. Eso es magia, es algo parecido a la conciencia de la existencia única y el instante, una experiencia. Y a nadie le importa un bledo.

137, 1: No es nada fácil encontrar esta frase. Escribir es encontrar frases, no difíciles, sino difíciles de encontrar.

138, 5-6: Hace falta un lugar determinado para hablar de una manera determinada, igual que hace falta un estilo determinado para decir una cosa determinada.

138, 12-13: No me pasa.

138, 18, 1-2: La mejor novela de Nabokov (para cualquier escritor macho, claro).

139, 5: Me gusta cuando la gramática oral no se marca con apostrofes ni haches.

139, 12-14: No me interesan mucho esas familias, ni los unicornios, ni las madres cachondas con ganas de aventura bisexual (soy un lector macho, efectivamente, qué horror).

140, 1: Un monje copista es el tipo de artista que yo querría ser. Tatuador de frases de otros, de citas literarias, de chistes y dichos.

140, 18-19: Los mirones siempre miran lo que uno pone a la vista.

140, 28: Frase grandilocuente de escritor macho.

141, 2: Un tatuaje que salva la vida, un hombre que salva la vida, una novela que salva la vida.

141, 7: Pero las palabras son siempre demasiadas cosas, el mundo es demasiado grande, no hay resolución.

141, 16: Una letra vuelve a resolver el cosmos: L.

142, 9-11: Lo que tiene la levedad es que no se puede enterrar.

143, 9: En la peli de Kubrick se merca esta sonoridad fuertemente.

143, 16-18: Es la madre la que la compara con una flor, la que la vende como flor de lirio fecundo.

146, 12: A veces todos somos pura maldad.

147: De vez en cuando hay que escribir y leer obras completas.

147, 17-23: Y es verdad. Siempre las primeras fuentes, leer a los clásicos, a la mierda manuales y especialistas, monografías y papers, POR FAVOR.

149: ¿Por qué insultamos lo que adoramos?

149, 26: Pero ya llamándolas “escogidas” las estamos marcando.

150, 21-22: La galantería del caballero belga ilustrado a caballo. La elegancia paupérrima que eligió Bolaño de tener siempre un libro encima aunque el abrigo y los pantalones raídos.

151, 6-10: Es una técnica la desaparición fantasmagórica en otra realidad.

151, 11: Los cuatro evangelistas; los cuatro jinetes del apocalipsis.

151: Empiezo a temer que la revelación de la trama policial vaya a ser decepcionante.

151, 26: La belleza nos dice qué debemos hacer, la belleza es sabia, lo que no está tan claro es que la belleza sea buena.

152: Releer como el que corrige su propio texto.

153, 2: Todos tenemos uno al que volver siempre y ¿para qué los demás? ¿Cuál sería el mío? ¿Cortázar, Beckett?

154, 27: Todo acto de suave placer acomodado es burgués. Antes de la burguesía nadie gozaba en calma de lo cómodo y pausado. La burguesía inventó todos los males de la humanidad. Todo lo que alguna vez hizo algún burgués queda descartado para la ética verdadera de la verdadera revolución.

155, 9-10: “Aún no han entendido que mi desnudez en el escenario es la desnudez de mi alma”, Caridad, Angélica Liddell.

155, 17: Lo que nos feliza nos castra.

156, 2-3: ¿Cómo es posible un falso espejo? Todo verdadero espejo miente, pues devuelve lo contrario como identidad.

157: Los profesores sobones son aquellos que ponen por encima su gusto literario que la historia y la política.

157, 21: Veamos cómo funciona El Gran Apagón, ¡al fin!

158, 4: Los sabios son siempre sádicos y libidinosos en plan viejo verde.

158: Estamos en el piso del sabio viejo verde que sabe de Lolita, se nos dice, habitamos su guarida, la guarida del lobo, el lobo que nos enseñó, a cazar y no ser cazadas, pues él era el primer y mayor cazador.

158, 15: Las pandemias mundiales hacen que todo valga en cualquier ámbito, ese es su mayor peligro y potencia, así de totalitario es el Estado de derecho hoy, así de poderosa se ha vuelto nuestra literatura. Todo vale desde entonces.

158, 24: Ahora es de L. el piso en el que estamos, la coneja ha tomado la guarida del lobo.

159, 11: Él escribe la Ley. Ese es siempre el problema. Quién escribe la ley, pues un día descubriremos que quien escribe la Ley siempre podrá escribir la Ley que quiera. Y no hay Ley justa, eh, si la escribimos nosotras nos gustará más, pero no será más justa, será más nuestra.

159, 26, 9-11: ¿Y no son lo mismo al final?

160, 1-9: “Todas las mujeres del siglo XX, a las que desde el siglo XXI veneramos como iconos, aceptaron, de un modo u otro, vejaciones hoy intolerables. No lo digo así para deslegitimar nuestra lucha, sino para constatar el hecho de que, a las mayores autoras del placer de nuestra genealogía, y tanto Zürn como Nin como la Robe Griller lo son, les resultó inevitable aceptar el sufrimiento, y hasta la maldad, como parte ineludible de su erotismo. Las eróticas del XX, vistas como las místicas de la Edad Media. ¿Sin úlcera no hay visión?”.

160, 17-23: Buen volteo de la historia, todos damos vergüenza, machos dominadores impotentes y flácidos en cualquier cama de las que dicen dominar y dónde solo piden caricias y azotes para llorar con mamá; dóciles y bellas sumisas escritoras tan inteligrentes que desean su daño por parte de un señoro temeroso y llorica que pega y rapta para sentirse viril. Todos somos bastante ridículos bien visto. Abracemos el cringe. Y denunciemos siempre que alguien nos quiera imponer algo que no deseamos. Pero ese es el problema, ¿qué deseamos? Eso es lo jodido. Descubrir nuestro deseo y saber qué censurar, eso es lo jodido.

160, 24: Qué contrato firmas y cuál no, eso es lo jodido.

161, 11: “La estética presente no es más que la codificación simbólica de una ética pasada”, Sánchez Ferlosio. Por eso es tan peligroso ensalzar “la belleza”, sencillamente “no buscar la moral, sino la belleza”, porque es lo mismo que decir, “acepta las cosas como son, la moral imperante, la ética conservadora que hoy llamamos bella; cualquier cambio es una atrocidad, una enfermedad, una fealdad”.

161, 14-15: EL lector como artista crea lo que quiere, pero el texto dice cosas, el texto dice lo que dice.

161, 23, 6: Ver con el alma significa decir: el bien soy yo.

161, 24-25: “Lo oculto” del texto, es decir, lo que yo me invento que dice y no dice.

162, 9-10: La lentitud y la atención, eso sí podría ser un valor ético-estético-literario absoluto, no tramposo, no reversible, no fascista, quizá.

164: Qué gusto leer así a un autor. Si este libro solo fuera la reivindicación de poder leer así, a un solo autor y por placer, que también es una lectura política, como el placer también es una acción política, dedicarse al gusto, la calma improductiva, la comodidad sencilla, el gusto de leer cada frase que escribió un artista en su vida, solo con eso este libro ya sería muy importante.

167, 13-14: Como todos.

168: Está clara la tesis, el problema no es la literatura, mucho menos el autor de Lolita, el problema son los fanáticos de Lolita. Los pedófilos fanáticos de Lolita. Pero L. es una fanática de Lolita.

168, 10-12: Publicaciones extranjeras de Lolita y hambre de pizza en la misma frase. Los grandes autores articulan.

168, 19-20: “Matar el tiempo”, el crimen mayor.

168, 27: Cuando dejamos de querer parecernos a papá, ahí es.

169: Los libros, tener un libro, nos puede librar de un maltratador.

170: Este libro, Incensurable, nos obsesiona con los libros. Qué gran libro que te pega a los libros y te embriaga de libro, qué peligroso.

170, 8: “Fallar otra vez, fallar mejor”, Beckett.

170, 11: No. Enfermarás más. Leer y escribir es lo mismo.

170, 16: El mundo debería leer todo, luego veremos qué hacemos con ello. Como decía Piglia, el problema no es cuánto se publica, ojalá se publicara todo texto escrito hasta en una servilleta, luego ya veremos. El problema es gestionar los textos.

171, 2-3: Fuerte.

171, 9-10: Como mi diario de pre-padre.

171, 11: Estaría bien saber casi todo de algo, dedicar la vida a ese algo. Como L. a Lolita. ¿A qué podría dedicarla yo?

171, 15-17: Seppuku de Mishima.

171, 26-27: Escribir para poder hablar.

172, 4: Los neologismos nos hacen listas. Y L. hace neologismos como pocas.

172, 8-9: Lo peor es que nos hagan caso cuando sabemos que no sabemos lo que estamos haciendo, diciendo, quiénes somos.

172, 13: Es Lolita huyendo de Humbert.

172, 18-19: No se dice bisexual, se dice libertad.

172, 25: Solo los muertos recuerdan.

173, 12: Llego tarde aquí que se publicó hace 5 días. El País Libros ya lo ha compartido 3 veces con diferentes excusas de artículos prefabricados, entre otros, el de “los 25 libros de esta semana”. En fin.

173, 22, 5-9: Alcohólica.

174, 1: Nada mejor que prohibir un libro para que este nos habite. Nada mejor que no leerlo, solo imaginarlo.

174: Qué ganas de leer a Gogol.

177, 1, 2: Toda voz es sospechosa.

177, 1, 7: Todo alarde esconde una profunda vergüenza.

177, 6-9: El que escribe mata con sus palabras el carnero para el sacrificio que le convierta en inmortal. Todos los niños que mueren y no ha ido a salvar mientras escribía son el tributo que paga para su posteridad improbable. Todo escritor es un asesino en busca de eternidad. Toda escritura es un holocausto para el Dios que nos acoja en su cielo. Lolita, Incensurable, estas glosas. Cada quien elige su carnero. Solo son dignos aquellos que se autoinmolan (violencia pura pura, Giorgio Agamben).

178: La ponente ya está bastante borracha. Intenta ordenarse. Pobre, todas querríamos ser elegantes.

181, 1, 2: Toda voz es inocente.

181, 1, 7: Todos alardeamos por pura vergüenza.

181, 4: Todos nos censuramos, y tanto.

181, 10: ¿Qué falta? En un texto hay que mirar siempre qué falta. En este falta por qué L. bebe tanto.

182, 4: Otro gran tópico griego: la huida. Lolita es una obra griega. Y de hecho, ahora que lo pienso, por eso no la entendemos, ni la soportamos. Humbert y Lolita no tienen psicología, por eso no aplica nuestra moral, no podemos aceptarlo. Ellos son arquetipos trágicos, como Edipo, como Antígona, donde no nos incomódan tanto sus perversiones e incestos, porque leemos en como personajes fuera de nuestro mundo de psique, moral, voluntad y libre albedrío. Ellos son personajes destinados trágicamente a cumplir su destino. Lolita y Humbert también. Son formas, arquetipos. [Lo siguiente que escribí en el márgen del libro ha sido censurado].

182, 5: Así que no, Lolita no tiene nada de policial, igual que Edipo rey tampoco. El policial es el género por antonomasia de la psique contemporánea, el sujeto en el mundo que con su intelecto intenta resolver los motivos del mal privado, decidido, por voluntad que forja nuestro destino. Lo contrario a la tragedia griega, donde todo está escrito, y cada gran personaje representa una de las formas en que acudimos al trágico descubrimiento de nuestra condición, naturaleza, sino: Aquiles, Prometeo, Sísifo. En la Antigua Grecia no hay psicología y por tanto no hay moral ni policial. Hay destino, épica y tragedia. Formas, arquetipos de nuestra realidad dada. Eso hemos olvidado, que no somos dueños de nada, que somos parte de esta Natura, o mejor, Fisis, insertas en su movimiento nos mueve y nuestra única tragedia es vernos movidas, es saberlo, saber de nuestra vida, destino y muerte, y nuestro único dominio es representarnos cayendo en el destino, tal como somos. Eso sabía Nabokov, y eso es lo que somos incapaces de aceptar, que no hay moral, ni bien, ni mal, que los malos no son malos porque quieren, que nosotros no somos buenos por mérito, que no hay culpas ni méritos. Eso es lo inaceptable, eso es lo intolerable de Lolita, las formas arqueíipicas sin voluntad, ni culpa, que para peor, sentimos al leerlas que realmente aciertan, que realmente tocan nuestra repugnancia. Por eso no somos capaces de mirar a Lolita tranquilos, el único mito absoluto de la humanidad creado en el siglo XX y me atrevería a decir de la contemporaneidad, desde el “poeta maldito”, creación del primer XIX. Edipo, Don Quijote, Lolita. Un mito terrible y certero, como todo mito.

184, 17: No te metas con Stendhal.

186, 4: El doble es la repetición del yo que necesitamos para vernos, eso es escribir: producir dobles para vernos. Y lo que a veces vemos es terrible.

187: Nabokov quiere equipararse a Flaubert. Flaubert, Joyce, Nabokov, sería una genealogía, no es la mía exactamente. ¿La mía? Veamos, no sé. Kafka, Joyce, Céline, quizá. O si no, más simétricamente, Tolstoi, Joyce, Perec. Algo así.

188, 1-5: Ese es el fantasma que yo nunca pude comprender si era real o no, tanto en la peli como en la novela. Es El doble de Dostoievski. Yo creo que está en su cabeza, y claro que los ven, son su paranoia, y creo que la interpretación correcta es esta mía.

188, 6: Eso, Clare Quilty, yo creo que solo existe en la mente enferma de Humbert: un hombre peor que él que le justifique, un captor de Lolita del que él tiene que salvarla, y justifique el viaje.

188, 9: Efectivamente. Espejo deformado. Él mismo en su mente.

189, 8-9: Juega con las palabras como antes jugaba con una niña. La literatura sustituye la violación de una menor.

189, 28: Antes era hambre, ahora es sed, quien aquí habla, L., está viva, borracha, y se muere.

190: Primera y segunda parte marcadas sin ser contrarias ni contrapunto exactamente. Memorias del subsuelo. Ante la Verdad. Don Quijote de la Mancha.

190: Bombal, Garro.

190, 21: Eso que es él mismo, su proyección en negativo para justificar su existencia, su yo-otro-espejo-negro.

190, 23, 11: Joder, justo. FANTASMA.

191: Si es un fantasma, el monólogo final es su inconsciente, no es un asesinato, es un suicidio, al menos un sucidio en su alma (por eso después asume y confiesa).

191, 26: El problema de los que citamos a los clásicos por extenso es que, inevitablemente, las mejores páginas son las citas.

192, 2, 8: Joder, justo. Otra vez.

192: La escritura siempre es mentira. Pedro y el lobo.

192, 25: Por eso Zambra es tan importante, porque narra el afecto masculino, quizá por primera vez.

195, 1: El problema de escribir sobre “lo que no se puede decir” es la falsa sensación de que con “decirlo” ya es gran literatura.

196, 6-9: Efectivamente, los mitos no tienen sangre ni vida. Así nos sirven de mito a quienes sí.

196, 21: A la memoria de Roberto Calasso.

197: El problema no es la censura, no es qué hacemos con esos textos, porque seguirán ahí, como siguen ahí todos los textos certeros. El problema es si dicen algo de la realidad humana, el problema es descubrir si son certeros. Pues no hay censura que haya acabado con un texto certero, casi más bien lo que hace la censura es ayudarnos a localizarlos. Son muy amables los censores en ese sentido. Que vivimos en una época censora es obvio. Que esa época censora está acabando y no podemos soportar ya más buenismo inquisidor, de lo que este libro es una prueba certera, es obvio también.

197, 19: El alcoholismo del texto está empezando a infectarse la sangre, ¿estará bien L.?

202, 1-3: Puto guarro pusilánime el Umberto Eco, tú.

202, 10, 1: Ruega por alcohol, si fuera una nínfula la ginebra, L. la violaría, si fuera una nínfula Lolita, L. la violaría.

203, 3: El problema de la maldad es que es el único tema importante y no se puede hablar de ella en sí, es inasible.

203, 20-26: Quizá el formato en que escribe cada escritor (lápiz, ordenador, móvil, casa, bar, noche, seguido, de pie, a fragmentos mientras pasea escuchando conferencias de literatura en YouTube) constituye el elemento materialista más relevante de su poética, estilo, estética y ética también.

204, 10-17: Qué cabrona, ¿en serio? ¿Esto es verídico? No lo buscaré.

204: En un mundo que la cantidad y acceso a datos es tal que cualquier discurso puede encontrar aquellos que necesita para verificarse, debemos encontrar un nuevo criterio de validación de los discursos que no sea la veracidad.

205, 5-6: “Y puesto que toda memoria es imperfecta, también lo es el olvido”.

205, 7-12: ¡Eso digo yo! ¿No lo vamos a saber?

205, 18-21: Los adictos a la literatura escondemos aquí otras adicciones, otras patologías, como L. en el alcohol.

206, 6: Destruye su cuerpo con alcohol para que venzan las ideas.

206, 17, 2: Lolita existe, y existiría aunque ese libro jamás hubiera sido escrito. Sencillamente no habríamos conocido su nombre y nos comprenderíamos peor como especie. O quizá habría llegado otro a rellenar el hueco con otro nombre un poco más tarde, siempre hay demasiados buenos escritores, nada más habría cambiado.

207, 9, 1-2: “Simple maldad” no.

207, 14: Se confirma la intuición sobre la resolución de la trama policial.

207, 18-22: ¿Un malvado es un loco? No, no, no. No jodas, eso sí que no.

209: La única batalla política que puede la literatura es leerlo todo, escribirlo todo. Si hablas de maldad, la única maldad que puede la literatura es la obliteración. ¿Y el Main Kampf? ¿Y el de Luisge? Si no existen los libros no podemos luchar contra ellos. Lo que se olvida escondido anida en el centro de nosotros.

209, 16: Lolita merece vivir, (precisamente) porque es un libro malvado, que ejecuta un mal, y lo genera, y para peor prueba que el mal puede ser bello, y que esa es una gran verdad de nuestra naturaleza humana, terrible y certera, y es muy importante que conozcamos y asumamos esa terrible verdad. Lo que se olvida escondido anida en el centro de nosotros. Con los libros que existen podemos luchar y discutir.

210: El problema del alcohol es que demuestra que matarse lentamente es bello y somos mejores poetas.

210, 21, 8: No es por eso.

210, 28: Es por esto, efectivamente. Qué pone aquí. Aquí pone lo que pone.

211, 1, 1: Basta ya de apropiarse en general. No eres tú literal.

215, 12, 6: ¿¡Qué coño pasa con las cabras este año!?

215, 14: Obvio… ¿Qué significa el alcohol en este texto?

215: Tengo que leer más de Lectrice Santos.

sustrato funciona gracias a las aportaciones de lectores como tú, que llegas al final de los artículos. Por eso somos de verdad independientes.

Lo que hacemos es repartir vuestras cuotas de manera justa y directa entre los autores.
Lee a tus autores favoritos y apoya directamente su trabajo independiente y audaz.
VER PLANES
Libros
Incensurable, Luna Miguel (Lumen, 2025)
95, 1: ¿Por qué se inventó Nabokov Lolita es quizá la gran pregunta?

A la memoria de Roberto Calasso

Esto no es una interpretación del libro, son mis glosas resumidas al texto. El primer número remite a la página, el segundo (si lo hubiere) a la línea(s), el tercero (si lo hubiere) a la palabra(s).

11, 1, 3: Segunda persona del plural.

11, 1, 4: Femenino.

11, 1, 8: La voz por encima del texto, pero esto es un texto.

11, 3, 1: Este libro es una pretensión, se va a intentar.

11, 5, 2: El natalicio, lo natal, lo marcado.

11, 5-6: De nuevo, “se querría”, un desideratum, ¿se cumplirá?

11, 14: Mucha perífrasis verbal, un estilo perifrástico.

11, 16, 7: La fatalidad, el destino, la tragedia griega, antipsicológica, antidemocrática.

11, 17, 4: El destino del siglo XX se alarga en el XXI: no poder concluir, el fragmento.

11, 19, 10-11: El gran problema de la verdad.

11: La distancia entre las palabras, lo que dicen, y lo que queremos que digan.

12, 22-23: ¿Cuál?

12: Distopía, una novela sobre un mundo próximo, 2029, en que Lolita, de Nabokov, está censurada (como quería Laura Freixas en ¿2018?)

13: Se deben escribir libros sobre lo que no se puede decir.

13, 7: Siempre que haya una puerta para que salga o entre quien quiera, se puede decir lo que a una le venga en gana. La puerta inexpugnable en Lorca, la puerta que invita a salir en Cervantes.

13, 10: La productividad de las malas lecturas, Ricardo Piglia (y sus peligros políticos, L.).

13, 17, 3: Susan Sontag.

13, 21: Enseñar a leer no es una acción unívoca, leer hay modos, ¿cómo?

13, 28, 8: Los católicos necesitamos hablar de culpa todo el rato, incluso los católicos ateos.

14, 4: ¿Qué es una obra maestra?

14, 17: “¿Qué es la verdad? La mentira más eficiente”, Nietzsche.

14, 26: Tono docente-conferencial, sigámosla por ahí, dubitativo, autojustificativo, rabioso y culposo a la vez.

15, 1, 1-3: ¿Qué es “todo el mundo”?

15, 6, 6-9: Perífrasis verbal, estilo perifrástico.

15, 20, 9: “jaleo”, le encantan esas palabras que rebajan el tono académico y lo juntan con el banco del parque, la litrona y las pipas.

15, 27, 10-11: Todo placer es culpable para el católico; todo español es católico.

16, 3, 1: De nuevo el problema de la verdad.

16, 19-20: ¿No lo son todas?

16: El problema por ahora es ese estilo dubitativo oral, pero parece muy voluntario.

17, 8: Y otros solo en casa.

17, 12-17: Leer como actividad censurable y peligrosa, asunto de seguridad nacional, francotiradores en las azoteas.

17, 23-25: Intentar como lo más perverso de la voluntad.

18, 8-9: Comprender es lo único que importa en el placer.

18, 11, 7-9: Perífrasis verbal.

18, 19-20: La búsqueda, no la belleza.

19, 7: ¿Es tu voz, L.?

19, 8: Este libro es una advertencia.

19, 13: Manuscrito perdido, Don Quijote, para que luego fuera despotricando de nuestro clásico el Nabokov.

19, 17: Los verbos son lo más importante.

19, 18: Confesar.

19, 21: L. nos confiesa, aunque veladamente, en este libro las claves de lectura de su poesía, también sus coordenadas como lectora de poesía y de literatura en general; como Nabokov, nos enseña a leer y a leerla en sus novelas. Son autores tramposos y muy inteligentes. Antes lectores que escritores. Lectores-autores estrategas.

20, 1: Muerte a las metáforas.

21: Si (yo) fuera mejor escritor, si (yo) fuera Nabokov, inventaría un personaje que escribiera un prólogo a mi texto y me justificara en la ficción y líricamente, en vez de ponerme (yo) a dar explicaciones, que es lo que hacemos todos ahora en cualquier libro actual que cojas, justificarnos, y en primera persona, y con frases cortas, que se entienda y quede claro, buenas intenciones, profilácticos literarios los prólogos actuales (lo que Harwicz se negó a hacer en su edición inglesa). Pero me da tanta pereza, y ya que estamos, si vamos a justificarnos, a defendernos, a ser cursis y buenistas, que sea de frente para que puedan atacarnos y todo quede claro, no?, esta es otra autojustificación, pero bueno, al menos habrá que poner el cuerpo.

21, 27, 4: Mi favorita del ruso.

22: Nabokov es un escritor emocionado, y solo conoce una emoción, la emoción de la literatura, la emoción de la máscara, el maquillaje de nuestra monstruosidad, el maquillaje de nuestro deseo.

22, 16-17: Nabokov es el autor que más manipula al lector con sus propias interpretaciones de sus propios textos, y se la cuela al lector sin que se dé cuenta, porque se la cuela en la ficción, no en declaraciones, y porque es mucho más inteligente que nosotros, aunque también fuera mucho más imbécil. Pálido fuego, un libro sobre la interpretación de un libro. Incensurable, un libro sobre interpretación para interpretar poesía, al menos la de su autora. Todo lo que dice un escritor sobre un texto, lo dice sobre sus propios textos.

22, 19: Tú quieres que miremos la literatura en vez de tu libro.

22, 25: Ya en el año 26’ Nabokov tiene muy claro que solo le importa el estilo.

23, 8: Escribir es un esfuerzo.

23, 11-12: Como dijo Mario Vaquerizo en Masterchef Celebrity, “cada maricón es un mundo”.

23, 24: Ojalá.

23, 27: Intentar no sirve de nada, no aporta nada, no significa nada. Es lo que uno cree que quiere, es decir, falso.

24: Aquí levanta el vuelo.

26, 5-8: Igual que los mejor representados en la obra de L. son los machos que la odian sin leerla, pero, curioso en ella, mérito de genia, igual que con Lolita, también se refleja en su obra perfectamente los machos que la adoran, siendo precisamente el tipo de macho que resulta repugnante en su obra, como su padre, como los críticos y académicos machos tan listos, y calvos, y bigotudos.

26, 12-13: Lo que se olvida escondido anida en el centro de nosotros.

27, 1-2: La academia igual que la industria editorial.

27, 8: Nos interesa más qué hay fuera de los libros que dentro, también denuncia L.

27, 18-19: Lo escandaloso de L. es lo bien que escribe, por eso creemos que le hemos visto las tetas, por eso la atacan de poeta puta, porque creen que se las han visto de lo bien que escribe, y así solo revelan su adolescencia hormonal y su escasito nivel lector.

27, 19: Joseph Brodsky sobre Ósip Mandelstam encontrado en María Negroni: "Fue su solvencia lingüística —su voz demasiado singular— la que lo metió en líos, mucho más que su posición política".

28, 7-8: “¿Y qué es el intelecto, al fin y al cabo, sino la peor amenaza?”.

28, 14-15: Es la mofa del tono lo que les jode: ¿pero cómo se atreve esta niña a ser tan condescendiente con nosotros señoros de la poesía?

28, 18-20: Ella mismamente es una pedante conferencista, se erotiza, sí, se erotiza explicándonos.

29, 3-6: Lo importante es publicar; el sexo es secundario.

29, 20-22: Como siempre el poder fascista es estúpido, poderoso pero estúpido; nos mata, pero levanta nuestras obras.

30, 7: Y lo es, ¡qué bien!

30, 19: Qué puritanos son los ingleses, y qué buen argumento la libertad literaria para leer porno.

31, 9: El misterio de la novela de L. ¿Por qué no seré leída en el futuro?

31, 21: Cuidado con la anestesia.

31, 28: El Gran Apagón L. parece una técnica de censura virtual-capitalista más que impositivo-fascista, obvio.

32, 11: Está todo el rato interpretando, siendo educada, igualitaria. Qué condescendiente, pero si solo hablas tú, con tu tonito de profe inglesa, colegio-bichi.

32, 26: Freixas.

33, 1-2: Cuidado, que nos convertimos en censoras nosotras mismas sin darnos cuenta.

33, 19-22: Clase de Historia de los feminismos.

34, 6-11: Buenos años, amiga. Ya podemos ser nostálgicos los millenials con nuestra primera juventud y regodearnos en tiempos mejores y más tranquilos, cuando la Historia parecía haber terminado y la política era aburrida, que este convulso y clave presente que nos toca vivir, como toda generación cree que le ocurre cuando va creciendo.

34: Eso era la cultura, y solo hoy podemos decirlo.

35, 1: Los blogs eran tinder, hoy es substack.

35, 2: Todo ha ido siempre de follar.

36, 9: Es una lectura débil L., por eso lo aprende todo y lee de todas las formas a la vez, mejor que nadie.

36, 14-19: Sí, pero un poco explicativo este párrafo. El tono de conferenciante se lo permite, es hábil L.

36, 24: La nueva masculinidad de siempre.

36, 26, 6: Solo por esta palabra ya merece una parcela en el olimpo del castellano.

37, 1-4: El recule de Freixas.

37, 6: La critica y luego la reivindica, conoce los matrices la ponente.

37, 12-20: ¿Qué es esto? ¿Novela? ¿Ensayo? ¿Conferencia? Texto. Voz. DIOS!!!

37, 20: Por primera vez el XXI es “nuestro siglo”.

37, 23-25: Hasta en términos estratégicos la cancelación es un mecanismo torpe y estúpidpo, que en nada limita o aplaca la llegada o impacto de ideas que nos resultan poco democráticas.

38: Tiene el tono de una profe explicando, claro, es que es una profe explicando.

38, 11: “Si leemos bien no pasa nada”, “si sabemos leer correctamente no hay peligro moral”, no sé si estoy de acuerdo.

38, 20: Spinoza.

38, 23: ¿Cómo superar lo insoportable? Textualizándolo.

39, 2: ¿¡Eso queremos que haga la literatura!?

39, 5: Ya sé que me ves, L.

39, 14-16: ¿Y si fuera verdad que hay libros que hacen el mal? ¿Y si las palabras sí tienen moral? ¿Y si las bellas, las más bellas palabras, tuvieran la peor moral? ¿No es esa la verdadera pregunta que deberíamos enfrentar?

39, 22: Explica muy pronto, ¿no? ¿Qué va a hacer luego?

39, 28: Mariana Enriquez.

40, 5: ¿Trapiello?

40, 14: La fotocopia como arma terrorista, revolucionaria, peligrosa.

40, 18: No lo soportamos porque también nos hacemos la paja, y nos damos asco, y queremos parar, y por eso nos ponemos violento y queremos censurar ese repugnante cuerpo que nos hace repugnantes, como el padre de L.

41, 4: Daga-polla.

41, 5: La mano es muy importante.

50, 5: Era todo una máscara. ¡Lo sabía! Como Nabokov.

50, 7: SÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍÍ.

53, 1: Yo canto al cuerpo enfermo.

53, 5: Vivir, leer, sobrevivir.

53, 14: El motor de esta conferencia es la rabia.

54, 1: Toda literatura debería ser un manifiesto, un panfleto, incendiaria.

54, 6: Tolerar lo atroz es atroz. Tolerar es atroz.

54, 27: L. ha decidido escribir ya únicamente sobre sus lecturas. Es borgeana, quiere ser solo lectora: en poesía masculina, en ensayo que mata, en novela incensurable.

59, 1: Ahora se cierra esa puerta, han concedido todas en cometer el crimen, ahora se encierran, comienza el sacrificio, se derramará la sangre por lo santo, pues lo santo requiere sangre.

59, 7: Buko siempre será Buko. El Zeus de mi Olimpo, imaginad qué infecto y demencial Olimpo. Qué repugnante e inaceptable Olimpo. Mi querido Buko.

59, 15: Zambra.

59, 17: Rubén Darío.

59, 19: La ternura, Ducay.

60, 5: Las cursilerías hablan de nosotros mucho más que lo que hacemos en serio y gravemente.

60, 17: Lo sagrado es un viejo borrachuzo sacándose el pito flácido delante de dos niñas.

63: Apollinaire, Bataille, Wilde, Jarry, Genet.

65, 3-5: El canon es un deseo de ser aristócratas que pueden comprar niñas en matrimonio.

66, 9-10: “La literatura sin distancia es peligrosa”.

66, 20: El macho es cruel porque no reconoce su debilidad, porque no se cuida a sí mismo, y desahoga el dolor no confesado dañando.

69, 8: ¿Por qué elige una conferencia en vez de diario o carta? ¿Por qué no menciona ni valora el género, que está poniendo en marcha? Es muy inteligente.

69: La ansiedad desea, pero desea su propio estómago.

73, 3-4: Pierre Menard, autor del Quijote.

73, 28: Nombrar a alguien es dominarlo.

76: Nabokov está retratando un nuevo fenómeno americano-capitalista-democrático-liberal-puritano, no es una casualidad, obvio.

76, 20: Mitología griega.

80, 9: Lolita como poema maldito.

83, 11: El problema de Lolita efectivamente es que nos hace desear a Lolita. Ese es el verdadero problema. Por eso odiamos Lolita y a Lolita, porque nos hace odiarnos y leer nuestra inmundicia.

86, 2: Peor literatura, mejor moral.

87, 27: Los amantes de Lolita son más Humbert Humbert que Vladimir Nabokov. Eso es lo peligroso.

89, 10-12: Y es necesario el orgasmo para poder entender la idea.

89, 17: Lolita es clasicismo griego, sus babosos seguidores cutres modernos clase media pidiendo permiso para violar.

89, 25: El problema es la pubertad, no la madurez.

90, 5: Solo se suma enfermedad a otre.

90, 25: El gran Gatsby.

91, 1: ¿El confesor confiesa todo? ¿Y si fue Gatsby el que atropelló a la amante raptando a Daisy?

91, 4: Un dios griego.

92, 1: Ese es el problema de las apariencias que hay o apariencias obvias que no nos creemos creer y para eso inventamos: el fondo.

90, 8: EE.UU. no, de eso va Lolita.

90, 13: La literatura es el centro del sexo.

90, 21: Prohibir lo que no queremos ver.

90: Este libro es una carta a su generación.

93, 1, 10: como el sexo hoy.

93: ¿Qué significa censurar?

93, 23-24: ¿Por qué seguimos pensando que “saber” es algo bueno para el mundo?

94, 3: La literatura de Nabokov también es una persecución.

94, 10: ¿Puede otra definir/saber tu orientación sexual?

94, 23: ¿Puedes decir que eres lesbiana si nunca te ha comido el coño una mujer? ¿Te puedes enamorar de una mujer si no le has comido el coño?

95, 1: ¿Por qué se inventó Nabokov Lolita es quizá la gran pregunta?

95, 3: L. es una gran creadora de neologismos, algo muy difícil en español, solo al alcance de Paul B., Castro, no conozco más.

95, 10-12: Las cosas del cuerpo son parte del conocimiento que nos quiere compartir L.

95, 14: La muerte es parte central de la lectura /y el cuerpo, claro, sexo y muerte, amor y muerte).

95, 23: ¿Solo quiere salvar Lolita por lo buena que es literariamente?

96: Está secuestrando L. el libro de Lolita igual que Humbert secuestra, rapta a Lolita en el libro.

97, 6-8: ¡Qué frase!

97: Lo que le importa es ser dueño de su destino, aunque sea cediendo a un mundo que no comprende, sentir que decide él, como Sade.

97, 25: Nabokov dice “creo” yo cuando habla de la novela, saber que Lolita no es suya.

98: Las citas sirven para apretar las tuercas de nuestras ideas.

98, 15: Inventar=narrar=mentir. “La literatura no nació cuando llegó Pedro gritando que viene el lobo, que viene el lobo, con un lobo detrás, sino cuando llegó Pedro gritando que viene el lobo, que viene el lobo, y no había ningún lobo detrás”, Vladimir Nabokov.

98, 17: El mal, hacer el mal es imponer en los otros nuestras ilusiones, y cuidado, las ilusiones son fuertes y es fácil ceder ante ellas. También justificarse en nuestra debilidad y dolor.

101, 1: Yo prefiero fantasmas.

101, 2: No estoy de acuerdo. No tenemos derecho a enfadarnos u ofendernos por lo que queramos. No pueden enfadar los discursos antifascistas, como no pueden enfadar los derechos lgtb. No hay derecho a pensar lo que se quiera. Está mal pensar lo que se quiera.

101, 13: Queremos leer bonitos poemas oscuros en paz.

105, 3: Seguimos sin saber qué ocurrió y cuándo exactamente en el Gran Apagón L. Y lo más importante, quién lo hizo. Quién fue. Intuyo que nosotros.

105, 11-12: Efectivamente, el derecho a no escuchar, a hacer callar, es la fuerza dictatorial de la moral.

105: Sabemos que hay cosas que no se pueden decir. Yo añadiría: hay cosas que son obligatorias escuchar.

110: Si comemos lo mismo que otros nos convertimos materialmente en ellos. Es una idea fuerte. Queremos visitar la casa de los escritores y estar donde ellos estuvieron, pero efectivamente su comida es mucho más ellos que sus lugares. En plan Lucrecio, en plan Nietzsche, en plan Chirbes.

111, 1: Todos somos húmbicos a veces.

112, 25-26: El alcoholismo y Nabokov son un poco lo mismo, algo imprescindible que llevar encima de contrabando, junto al pecho, más por si acaso que porque se vaya a usar.

114, 2, 1-4: Debe ser ese punto en el que yo siento que puedo leer a velocidad supersónica cuando abro el libro en el bus de vuelta a casa o ya en la cama bastante borracho.

114, 15-21: El vicio del alcohol es el mismo que el vicio de escribir, buscar esa luz fugaz, entrar en un punto peligroso donde rara vez se enciende la luz y casi siempre lo que genera es tontería o malestar.

114: Alcohol = Literatura = Mentira = Belleza = Sexo: Abismo de placer desconocido infinito letal que nos acecha.

115, 3: El alcohol sustituye a Lolita. Lolita es el alcohol, pero el alcohol no tiene voluntad, ni emoción, ni coño. Se puede abusar del alcohol, no se puede abusar de Lolita, podríamos decir.

115, 10-11: En la voluntad del otro, en el poder sobre los cuerpos.

115, 13: ¿Cómo llegar a lo oculto, el fondo, sin matar al carnero para el sacrificio? ¿Cómo quedarse en la orilla de Deleuze, arriba del volcán mirando hacia adentro pero sin caer?

115, 16: Lo malo de las metáforas es que son reversibles. Sirven tanto para atacar el mal como para defenderlo.

115, 19: Experimentarlo todo también es experimentar el mal.

115, 22-23: No, eres tú, tú sola.

115: Estoy escribiendo esto borracho.

116, 3: Enseñar a los niños a drogarse.

116, 5: Solo si lo pides por favor.

116, 6: Lo que te dejan hacer a la vista de todos por favor, ¿por qué no lo vas a poder hacer luego sola?

117, 4: Es lo que toleramos aquello que nos destruirá.

117, 12: La lectura tapa el alcohol, como la locura. Como tantas cosas tapa la lectura con ese engalanamiento de presunta bondad tan absurdo y falso que le da nuestra sociedad.

117, 17-18: Beber es una esclavitud; leer es una esclavitud; estar enamorados es otra esclavitud, una estúpida, si lo piensas una verdadera locura.

117, 20: Te alteras, te disocias, otredad, mística, Dios en yo.

118, 1-2: Como si fuese un coñito sin vello.

118, 2, 9: Los pelillos.

118, 9-10: Pedro el narrador y el lobo Nabokov.

119, 5-6: Ningún libro vale una sola vida (cita de Cartarescu en Solenoide sobre salvar al niño Hitler de la casa en llamas o La Mona Lisa).

120: Nada peor que exculparse o pedir disculpas por lo que inmediatamente se va a hacer, algo que yo hago constantemente, aquí otra vez, de nuevo. Aquí está. Qué vergüenza, de nuevo…

123, 1, 6: Nunca son los censores los que interrumpen, esa es la falsa censura, la falsa opresión, orgánica con la propia resistencia, se necesitan. La censura real no deja rastro, es fulminante. No irrumpe, ya estuvo ahí, no la ves, ni la viste, ni la conocerás. No sabrás qué censuró, ni quién, ni cómo serías sin ella.

123, 4: Leer, beber, escribir.

123, 8-9: Leer es un atrincheramiento, que esperen.

125, 1, 1-4: Y cuántos…

125, 3: En la actitud del Don Juan es más importante la acumulación de medallas en la memoria que el placer único del acto.

125, 8-9: Folla antes de morir.

125, 18-19: No hay ser más tolerante y transversal que el Don Juan, no discrimina, le da igual todo, cualquiera le gusta igual, todas son bellas para él.

128, 3-4: El deseo es lo contrario de la libertad. El saber no tiene nada que ver con esto, nadie ha sabido resolverlo, tanta teoría para caer rendidos ante el acto indómito.

128, 11, 7: Sin deseo reprimido no podría triunfar la violencia, pero no nos engañemos, necesitamos reprimir el deseo. Y si no pregúntale a cualquier pliamoroso cuántas normas operan en sus relaciones libres basadas en el respeto y el cuidado. Todo bien, pero la monogamia es más anárquica si es por eso.

129, 3: El rapto es el deseo no reprimido y la consecuencia de reprimir el deseo.

129, 7-11: Solo el perdón eleva y sale del deseo reprimido de la violencia. La vía mística. Cabe también el deseo violento sin represión. Pero asumámoslo ya, no cabe el deseo sin violencia, lo que sí cabe también es el perdón reprimido, y eso no nos libera de nada, esa es la peor opción, pues acaba en violencia igual y elimina toda posibilidad de deseo, y si no pregúntale a los sacerdotes católicos.

129, 13, 7: ¿No podría también el afecto salvarnos? ¿Es compatible el afecto con el deseo? Entre hombres enfermos y cultos no. 

130, 1: Ignacio Echevarría.

130, 3: ¿Realmente nosotras no odiamos?

130, 8-9: Sí odiamos.

130, 11: Las artístas del odio son las que han censurado a Nabokov en nombre del feminismo, en nombre del bien, y de la verdad. Lo más peligroso siempre es la verdad, el bien, lo natural.

130, 15: No se follen nunca narradores que increpen al lector.

133, 3: Del aula magna al sótano y de ahí a la casa. Es el camino del cristianismo a la inversa: Imperio Romano, catacumbas, última cena.

133, 4: Cuatro evangelistas.

133, 12-14: Tenemos que volver a los primeros rudimentos del lenguaje, olvidar tantas palabras, volver a la niñez de la arcadia sin memoria y empezar de nuevo a nombrar.

134, 2, 3: La oralidad grabada en el siglo XXI es la edad primitiva de la era que comienza, el principio de nuestra nueva escritura.

134, 12-13: Muchas veces sabes que eres el único en el mundo leyendo esa frase en ese instante. Eso es magia, es algo parecido a la conciencia de la existencia única y el instante, una experiencia. Y a nadie le importa un bledo.

137, 1: No es nada fácil encontrar esta frase. Escribir es encontrar frases, no difíciles, sino difíciles de encontrar.

138, 5-6: Hace falta un lugar determinado para hablar de una manera determinada, igual que hace falta un estilo determinado para decir una cosa determinada.

138, 12-13: No me pasa.

138, 18, 1-2: La mejor novela de Nabokov (para cualquier escritor macho, claro).

139, 5: Me gusta cuando la gramática oral no se marca con apostrofes ni haches.

139, 12-14: No me interesan mucho esas familias, ni los unicornios, ni las madres cachondas con ganas de aventura bisexual (soy un lector macho, efectivamente, qué horror).

140, 1: Un monje copista es el tipo de artista que yo querría ser. Tatuador de frases de otros, de citas literarias, de chistes y dichos.

140, 18-19: Los mirones siempre miran lo que uno pone a la vista.

140, 28: Frase grandilocuente de escritor macho.

141, 2: Un tatuaje que salva la vida, un hombre que salva la vida, una novela que salva la vida.

141, 7: Pero las palabras son siempre demasiadas cosas, el mundo es demasiado grande, no hay resolución.

141, 16: Una letra vuelve a resolver el cosmos: L.

142, 9-11: Lo que tiene la levedad es que no se puede enterrar.

143, 9: En la peli de Kubrick se merca esta sonoridad fuertemente.

143, 16-18: Es la madre la que la compara con una flor, la que la vende como flor de lirio fecundo.

146, 12: A veces todos somos pura maldad.

147: De vez en cuando hay que escribir y leer obras completas.

147, 17-23: Y es verdad. Siempre las primeras fuentes, leer a los clásicos, a la mierda manuales y especialistas, monografías y papers, POR FAVOR.

149: ¿Por qué insultamos lo que adoramos?

149, 26: Pero ya llamándolas “escogidas” las estamos marcando.

150, 21-22: La galantería del caballero belga ilustrado a caballo. La elegancia paupérrima que eligió Bolaño de tener siempre un libro encima aunque el abrigo y los pantalones raídos.

151, 6-10: Es una técnica la desaparición fantasmagórica en otra realidad.

151, 11: Los cuatro evangelistas; los cuatro jinetes del apocalipsis.

151: Empiezo a temer que la revelación de la trama policial vaya a ser decepcionante.

151, 26: La belleza nos dice qué debemos hacer, la belleza es sabia, lo que no está tan claro es que la belleza sea buena.

152: Releer como el que corrige su propio texto.

153, 2: Todos tenemos uno al que volver siempre y ¿para qué los demás? ¿Cuál sería el mío? ¿Cortázar, Beckett?

154, 27: Todo acto de suave placer acomodado es burgués. Antes de la burguesía nadie gozaba en calma de lo cómodo y pausado. La burguesía inventó todos los males de la humanidad. Todo lo que alguna vez hizo algún burgués queda descartado para la ética verdadera de la verdadera revolución.

155, 9-10: “Aún no han entendido que mi desnudez en el escenario es la desnudez de mi alma”, Caridad, Angélica Liddell.

155, 17: Lo que nos feliza nos castra.

156, 2-3: ¿Cómo es posible un falso espejo? Todo verdadero espejo miente, pues devuelve lo contrario como identidad.

157: Los profesores sobones son aquellos que ponen por encima su gusto literario que la historia y la política.

157, 21: Veamos cómo funciona El Gran Apagón, ¡al fin!

158, 4: Los sabios son siempre sádicos y libidinosos en plan viejo verde.

158: Estamos en el piso del sabio viejo verde que sabe de Lolita, se nos dice, habitamos su guarida, la guarida del lobo, el lobo que nos enseñó, a cazar y no ser cazadas, pues él era el primer y mayor cazador.

158, 15: Las pandemias mundiales hacen que todo valga en cualquier ámbito, ese es su mayor peligro y potencia, así de totalitario es el Estado de derecho hoy, así de poderosa se ha vuelto nuestra literatura. Todo vale desde entonces.

158, 24: Ahora es de L. el piso en el que estamos, la coneja ha tomado la guarida del lobo.

159, 11: Él escribe la Ley. Ese es siempre el problema. Quién escribe la ley, pues un día descubriremos que quien escribe la Ley siempre podrá escribir la Ley que quiera. Y no hay Ley justa, eh, si la escribimos nosotras nos gustará más, pero no será más justa, será más nuestra.

159, 26, 9-11: ¿Y no son lo mismo al final?

160, 1-9: “Todas las mujeres del siglo XX, a las que desde el siglo XXI veneramos como iconos, aceptaron, de un modo u otro, vejaciones hoy intolerables. No lo digo así para deslegitimar nuestra lucha, sino para constatar el hecho de que, a las mayores autoras del placer de nuestra genealogía, y tanto Zürn como Nin como la Robe Griller lo son, les resultó inevitable aceptar el sufrimiento, y hasta la maldad, como parte ineludible de su erotismo. Las eróticas del XX, vistas como las místicas de la Edad Media. ¿Sin úlcera no hay visión?”.

160, 17-23: Buen volteo de la historia, todos damos vergüenza, machos dominadores impotentes y flácidos en cualquier cama de las que dicen dominar y dónde solo piden caricias y azotes para llorar con mamá; dóciles y bellas sumisas escritoras tan inteligrentes que desean su daño por parte de un señoro temeroso y llorica que pega y rapta para sentirse viril. Todos somos bastante ridículos bien visto. Abracemos el cringe. Y denunciemos siempre que alguien nos quiera imponer algo que no deseamos. Pero ese es el problema, ¿qué deseamos? Eso es lo jodido. Descubrir nuestro deseo y saber qué censurar, eso es lo jodido.

160, 24: Qué contrato firmas y cuál no, eso es lo jodido.

161, 11: “La estética presente no es más que la codificación simbólica de una ética pasada”, Sánchez Ferlosio. Por eso es tan peligroso ensalzar “la belleza”, sencillamente “no buscar la moral, sino la belleza”, porque es lo mismo que decir, “acepta las cosas como son, la moral imperante, la ética conservadora que hoy llamamos bella; cualquier cambio es una atrocidad, una enfermedad, una fealdad”.

161, 14-15: EL lector como artista crea lo que quiere, pero el texto dice cosas, el texto dice lo que dice.

161, 23, 6: Ver con el alma significa decir: el bien soy yo.

161, 24-25: “Lo oculto” del texto, es decir, lo que yo me invento que dice y no dice.

162, 9-10: La lentitud y la atención, eso sí podría ser un valor ético-estético-literario absoluto, no tramposo, no reversible, no fascista, quizá.

164: Qué gusto leer así a un autor. Si este libro solo fuera la reivindicación de poder leer así, a un solo autor y por placer, que también es una lectura política, como el placer también es una acción política, dedicarse al gusto, la calma improductiva, la comodidad sencilla, el gusto de leer cada frase que escribió un artista en su vida, solo con eso este libro ya sería muy importante.

167, 13-14: Como todos.

168: Está clara la tesis, el problema no es la literatura, mucho menos el autor de Lolita, el problema son los fanáticos de Lolita. Los pedófilos fanáticos de Lolita. Pero L. es una fanática de Lolita.

168, 10-12: Publicaciones extranjeras de Lolita y hambre de pizza en la misma frase. Los grandes autores articulan.

168, 19-20: “Matar el tiempo”, el crimen mayor.

168, 27: Cuando dejamos de querer parecernos a papá, ahí es.

169: Los libros, tener un libro, nos puede librar de un maltratador.

170: Este libro, Incensurable, nos obsesiona con los libros. Qué gran libro que te pega a los libros y te embriaga de libro, qué peligroso.

170, 8: “Fallar otra vez, fallar mejor”, Beckett.

170, 11: No. Enfermarás más. Leer y escribir es lo mismo.

170, 16: El mundo debería leer todo, luego veremos qué hacemos con ello. Como decía Piglia, el problema no es cuánto se publica, ojalá se publicara todo texto escrito hasta en una servilleta, luego ya veremos. El problema es gestionar los textos.

171, 2-3: Fuerte.

171, 9-10: Como mi diario de pre-padre.

171, 11: Estaría bien saber casi todo de algo, dedicar la vida a ese algo. Como L. a Lolita. ¿A qué podría dedicarla yo?

171, 15-17: Seppuku de Mishima.

171, 26-27: Escribir para poder hablar.

172, 4: Los neologismos nos hacen listas. Y L. hace neologismos como pocas.

172, 8-9: Lo peor es que nos hagan caso cuando sabemos que no sabemos lo que estamos haciendo, diciendo, quiénes somos.

172, 13: Es Lolita huyendo de Humbert.

172, 18-19: No se dice bisexual, se dice libertad.

172, 25: Solo los muertos recuerdan.

173, 12: Llego tarde aquí que se publicó hace 5 días. El País Libros ya lo ha compartido 3 veces con diferentes excusas de artículos prefabricados, entre otros, el de “los 25 libros de esta semana”. En fin.

173, 22, 5-9: Alcohólica.

174, 1: Nada mejor que prohibir un libro para que este nos habite. Nada mejor que no leerlo, solo imaginarlo.

174: Qué ganas de leer a Gogol.

177, 1, 2: Toda voz es sospechosa.

177, 1, 7: Todo alarde esconde una profunda vergüenza.

177, 6-9: El que escribe mata con sus palabras el carnero para el sacrificio que le convierta en inmortal. Todos los niños que mueren y no ha ido a salvar mientras escribía son el tributo que paga para su posteridad improbable. Todo escritor es un asesino en busca de eternidad. Toda escritura es un holocausto para el Dios que nos acoja en su cielo. Lolita, Incensurable, estas glosas. Cada quien elige su carnero. Solo son dignos aquellos que se autoinmolan (violencia pura pura, Giorgio Agamben).

178: La ponente ya está bastante borracha. Intenta ordenarse. Pobre, todas querríamos ser elegantes.

181, 1, 2: Toda voz es inocente.

181, 1, 7: Todos alardeamos por pura vergüenza.

181, 4: Todos nos censuramos, y tanto.

181, 10: ¿Qué falta? En un texto hay que mirar siempre qué falta. En este falta por qué L. bebe tanto.

182, 4: Otro gran tópico griego: la huida. Lolita es una obra griega. Y de hecho, ahora que lo pienso, por eso no la entendemos, ni la soportamos. Humbert y Lolita no tienen psicología, por eso no aplica nuestra moral, no podemos aceptarlo. Ellos son arquetipos trágicos, como Edipo, como Antígona, donde no nos incomódan tanto sus perversiones e incestos, porque leemos en como personajes fuera de nuestro mundo de psique, moral, voluntad y libre albedrío. Ellos son personajes destinados trágicamente a cumplir su destino. Lolita y Humbert también. Son formas, arquetipos. [Lo siguiente que escribí en el márgen del libro ha sido censurado].

182, 5: Así que no, Lolita no tiene nada de policial, igual que Edipo rey tampoco. El policial es el género por antonomasia de la psique contemporánea, el sujeto en el mundo que con su intelecto intenta resolver los motivos del mal privado, decidido, por voluntad que forja nuestro destino. Lo contrario a la tragedia griega, donde todo está escrito, y cada gran personaje representa una de las formas en que acudimos al trágico descubrimiento de nuestra condición, naturaleza, sino: Aquiles, Prometeo, Sísifo. En la Antigua Grecia no hay psicología y por tanto no hay moral ni policial. Hay destino, épica y tragedia. Formas, arquetipos de nuestra realidad dada. Eso hemos olvidado, que no somos dueños de nada, que somos parte de esta Natura, o mejor, Fisis, insertas en su movimiento nos mueve y nuestra única tragedia es vernos movidas, es saberlo, saber de nuestra vida, destino y muerte, y nuestro único dominio es representarnos cayendo en el destino, tal como somos. Eso sabía Nabokov, y eso es lo que somos incapaces de aceptar, que no hay moral, ni bien, ni mal, que los malos no son malos porque quieren, que nosotros no somos buenos por mérito, que no hay culpas ni méritos. Eso es lo inaceptable, eso es lo intolerable de Lolita, las formas arqueíipicas sin voluntad, ni culpa, que para peor, sentimos al leerlas que realmente aciertan, que realmente tocan nuestra repugnancia. Por eso no somos capaces de mirar a Lolita tranquilos, el único mito absoluto de la humanidad creado en el siglo XX y me atrevería a decir de la contemporaneidad, desde el “poeta maldito”, creación del primer XIX. Edipo, Don Quijote, Lolita. Un mito terrible y certero, como todo mito.

184, 17: No te metas con Stendhal.

186, 4: El doble es la repetición del yo que necesitamos para vernos, eso es escribir: producir dobles para vernos. Y lo que a veces vemos es terrible.

187: Nabokov quiere equipararse a Flaubert. Flaubert, Joyce, Nabokov, sería una genealogía, no es la mía exactamente. ¿La mía? Veamos, no sé. Kafka, Joyce, Céline, quizá. O si no, más simétricamente, Tolstoi, Joyce, Perec. Algo así.

188, 1-5: Ese es el fantasma que yo nunca pude comprender si era real o no, tanto en la peli como en la novela. Es El doble de Dostoievski. Yo creo que está en su cabeza, y claro que los ven, son su paranoia, y creo que la interpretación correcta es esta mía.

188, 6: Eso, Clare Quilty, yo creo que solo existe en la mente enferma de Humbert: un hombre peor que él que le justifique, un captor de Lolita del que él tiene que salvarla, y justifique el viaje.

188, 9: Efectivamente. Espejo deformado. Él mismo en su mente.

189, 8-9: Juega con las palabras como antes jugaba con una niña. La literatura sustituye la violación de una menor.

189, 28: Antes era hambre, ahora es sed, quien aquí habla, L., está viva, borracha, y se muere.

190: Primera y segunda parte marcadas sin ser contrarias ni contrapunto exactamente. Memorias del subsuelo. Ante la Verdad. Don Quijote de la Mancha.

190: Bombal, Garro.

190, 21: Eso que es él mismo, su proyección en negativo para justificar su existencia, su yo-otro-espejo-negro.

190, 23, 11: Joder, justo. FANTASMA.

191: Si es un fantasma, el monólogo final es su inconsciente, no es un asesinato, es un suicidio, al menos un sucidio en su alma (por eso después asume y confiesa).

191, 26: El problema de los que citamos a los clásicos por extenso es que, inevitablemente, las mejores páginas son las citas.

192, 2, 8: Joder, justo. Otra vez.

192: La escritura siempre es mentira. Pedro y el lobo.

192, 25: Por eso Zambra es tan importante, porque narra el afecto masculino, quizá por primera vez.

195, 1: El problema de escribir sobre “lo que no se puede decir” es la falsa sensación de que con “decirlo” ya es gran literatura.

196, 6-9: Efectivamente, los mitos no tienen sangre ni vida. Así nos sirven de mito a quienes sí.

196, 21: A la memoria de Roberto Calasso.

197: El problema no es la censura, no es qué hacemos con esos textos, porque seguirán ahí, como siguen ahí todos los textos certeros. El problema es si dicen algo de la realidad humana, el problema es descubrir si son certeros. Pues no hay censura que haya acabado con un texto certero, casi más bien lo que hace la censura es ayudarnos a localizarlos. Son muy amables los censores en ese sentido. Que vivimos en una época censora es obvio. Que esa época censora está acabando y no podemos soportar ya más buenismo inquisidor, de lo que este libro es una prueba certera, es obvio también.

197, 19: El alcoholismo del texto está empezando a infectarse la sangre, ¿estará bien L.?

202, 1-3: Puto guarro pusilánime el Umberto Eco, tú.

202, 10, 1: Ruega por alcohol, si fuera una nínfula la ginebra, L. la violaría, si fuera una nínfula Lolita, L. la violaría.

203, 3: El problema de la maldad es que es el único tema importante y no se puede hablar de ella en sí, es inasible.

203, 20-26: Quizá el formato en que escribe cada escritor (lápiz, ordenador, móvil, casa, bar, noche, seguido, de pie, a fragmentos mientras pasea escuchando conferencias de literatura en YouTube) constituye el elemento materialista más relevante de su poética, estilo, estética y ética también.

204, 10-17: Qué cabrona, ¿en serio? ¿Esto es verídico? No lo buscaré.

204: En un mundo que la cantidad y acceso a datos es tal que cualquier discurso puede encontrar aquellos que necesita para verificarse, debemos encontrar un nuevo criterio de validación de los discursos que no sea la veracidad.

205, 5-6: “Y puesto que toda memoria es imperfecta, también lo es el olvido”.

205, 7-12: ¡Eso digo yo! ¿No lo vamos a saber?

205, 18-21: Los adictos a la literatura escondemos aquí otras adicciones, otras patologías, como L. en el alcohol.

206, 6: Destruye su cuerpo con alcohol para que venzan las ideas.

206, 17, 2: Lolita existe, y existiría aunque ese libro jamás hubiera sido escrito. Sencillamente no habríamos conocido su nombre y nos comprenderíamos peor como especie. O quizá habría llegado otro a rellenar el hueco con otro nombre un poco más tarde, siempre hay demasiados buenos escritores, nada más habría cambiado.

207, 9, 1-2: “Simple maldad” no.

207, 14: Se confirma la intuición sobre la resolución de la trama policial.

207, 18-22: ¿Un malvado es un loco? No, no, no. No jodas, eso sí que no.

209: La única batalla política que puede la literatura es leerlo todo, escribirlo todo. Si hablas de maldad, la única maldad que puede la literatura es la obliteración. ¿Y el Main Kampf? ¿Y el de Luisge? Si no existen los libros no podemos luchar contra ellos. Lo que se olvida escondido anida en el centro de nosotros.

209, 16: Lolita merece vivir, (precisamente) porque es un libro malvado, que ejecuta un mal, y lo genera, y para peor prueba que el mal puede ser bello, y que esa es una gran verdad de nuestra naturaleza humana, terrible y certera, y es muy importante que conozcamos y asumamos esa terrible verdad. Lo que se olvida escondido anida en el centro de nosotros. Con los libros que existen podemos luchar y discutir.

210: El problema del alcohol es que demuestra que matarse lentamente es bello y somos mejores poetas.

210, 21, 8: No es por eso.

210, 28: Es por esto, efectivamente. Qué pone aquí. Aquí pone lo que pone.

211, 1, 1: Basta ya de apropiarse en general. No eres tú literal.

215, 12, 6: ¿¡Qué coño pasa con las cabras este año!?

215, 14: Obvio… ¿Qué significa el alcohol en este texto?

215: Tengo que leer más de Lectrice Santos.

sustrato se mantiene independiente y original gracias a las aportaciones de lectores como tú, que llegas al final de los artículos.
Lo que hacemos es repartir vuestras cuotas de manera justa y directa entre los autores.
Lee a tus autores favoritos y apoya directamente su trabajo independiente y audaz.
VER PLANES